PARIS.- El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Kolher, reafirmó este martes en París a los representantes del nuevo ejecutivo brasileño que cuentan con la confianza de la entidad, que apoya plenamente su agenda de gobierno, basada en los programas sociales.
"Hemos reafirmado nuestro compromiso de trabajar con Brasil (...). Este gobierno merece todo el apoyo de la comunidad internacional. Es posible tener una agenda social sin poner en entredicho las metas fiscales", afirmó Kolher.
Según el director gerente de la entidad, las prioridades del gobierno de Lula son "correctas", el mercado está apreciando las medidas y tendencias anunciadas y por ello el FMI confía en poder apoyarlas.
"Por desgracia, la economía global coloca ante nosotros desafíos nuevos que hacen que esta tarea no sea nada fácil", admitió.
En palabras del ministro brasileño de Finanzas, Antonio Palocci, durante el encuentro no se realizó una evaluación del acuerdo actual de la entidad y el país, que será revisado en febrero.
El FMI aprobó el pasado septiembre un paquete de ayuda a Brasil por valor de 30.000 millones de dólares, 24.000 millones de los cuales estarán a disposición en el 2003.
En la reunión tampoco se habló de superávit primario, cuya meta fue fijada en 3,75% del Producto Interno Bruto (PIB) para este año.
"El gobierno brasileño ya anunció que pretende aumentar esta cifra. Esto ya es un buen paso, que muestra que el gobierno quiere cumplir la disciplina fiscal", aseguró Kolher.
Palocci reiteró que el ministerio de Finanzas brasileño no jugará a hacer magia con los números e intentará fijar "el superávit primario más real posible, no lo más alto posible".
"Sería desastroso para Brasil intentar jugar con los números", afirmó, reiterando que el país seguirá retirando las cuotas trimestrales del préstamo del FMI sin que necesariamente las gaste.
Por último, Kolher afirmó que la comunidad internacional, que está apoyando a Lula desde que ganó las elecciones, debe traducir esta simpatía en actos.
"Tienen que demostrar que están preparados para abrir los mercados a los productos brasileños. No es cuestión de meses, pero sí es un punto estratégico para aumentar la fortaleza de Brasil", concluyó.
