Quieres ver tu clima local?
Mostrar
Santiago: Sábado 27 de julio del 2024 | Actualizado 01:00
ROMA.- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, buscó el miércoles contener la oposición al presupuesto de austeridad, diciendo que se reuniría con los jefes regionales que protestan por la reducción en su financiamiento, pero que el tamaño general de los recortes era "intocable".
El presupuesto apunta a reducir el déficit público en cerca de 25.000 millones de euros, para llevarlo a menos de un 3% del producto interno bruto en el 2012 desde un 5,3% el año pasado, en parte mediante gruesos recortes en el financiamiento a los Gobiernos regionales.
En una declaración conjunta con el ministro de Economía Giulio Tremonti, Berlusconi dijo que ambos se reunirían el viernes con los gobernadores regionales para tratar el presupuesto, pero recalcó que no había espacio para disminuir su contribución para sanear las finanzas públicas.
"Los números del presupuesto son y seguirán siendo intocables", decía la declaración, que agregaba que la Comisión Europea y los mercados financieros los consideraban "absolutamente necesarios para reducir la creciente tendencia de nuestra deuda pública".
Berlusconi, cuya popularidad ha caído significativamente desde que se presentó el borrador del presupuesto en mayo, estaría irritado por la intransigencia de Tremonti hacia las medidas, pero los dos presentaron un frente unido el miércoles.
La declaración decía que la reducción de 13.000 millones de euros en el financiamiento regional en tres años ascendía a sólo un 3 por ciento de su presupuesto general, y argumentaba que el Gobierno central ya había pasado por recortes similares.
El gasto en salud, que es responsabilidad de las regiones y está descontrolado "en una gran parte del país", es un área obvia donde podrían hacerse ahorros, dijeron los ministros.
El Parlamento aún debe aprobar el presupuesto y Berlusconi anunció que se someterá a un voto de censura sobre el paquete en ambas cámaras para acelerar su aprobación.
En el improbable caso de que perdiese alguna de las votaciones, se vería obligado a renunciar.
