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Casi $1.500 diarios se pueden ahorrar al comer saludable

Comer bien no es sinónimo de pagar más. Volver a tomar agua, comer legumbres, guisos de verduras ayuda a bajar de peso y permite ahorrar.

25 de Enero de 2011 | 11:19 | Por Bernardita Aguirre Pascal, El Mercurio
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El Mercurio

SANTIAGO.- Miércoles 14:00 horas. En un restaurante de hamburguesas en La Dehesa, una familia pide la cuenta y en la mesa lo único que queda es un plato de ensalada pequeño que nadie tocó. En este establecimiento, donde ofrecen sus hamburguesas acompañadas de papas fritas o ensalada por el mismo precio, la mesera asegura que no más del 10% de los clientes opta por lo verde, y los que piden verduras muchas veces las dejan.


Cambiamos nuestros hábitos alimenticios y reemplazamos los guisos de verdura y legumbres por lasañas; la fruta por el helado; las ensaladas por las papas fritas y el agua por las bebidas gaseosas. Tras esta revolución, la cuenta es preocupante: 67% de los chilenos tiene sobrepeso y 25% es obeso. De estos, la mayor parte se encuentra en los sectores socioeconómicos más bajos. ¿Quiere decir esto que comer sano es más caro? "El Mercurio" valoró dos tipos de dieta y la conclusión es que se puede comer saludable y ahorrar. Por ejemplo, en un menú diario para un adulto, comer bien cuesta casi $1.500 menos.


Este ahorro es mayor si se agrega el efecto en la salud. Los gastos crecen junto con los kilos de más. Tras la gordura viene la compra de productos para adelgazar, atenciones de salud y la pérdida de productividad que acarrean enfermedades asociadas como la hipertensión arterial y la diabetes. Para el país el costo es alto. Sólo una cifra: Fonasa gastó en 2009 $90 mil millones para diagnosticar hipertensión arterial, diabetes y el riesgo de infarto agudo al miocardio.


En qué comidas gastamos


Aunque la gente más pobre gasta el 35% de su presupuesto en comida y el alto un 14%, lo que comen las personas de distinto estrato social no se diferencia en calidad nutricional.


El desayuno, la primera y más importante comida del día prácticamente desapareció. "Un tercio de la población no toma desayuno y entre los que lo hacen, los de mayores ingresos van a una cafetería, se toman un café cortado con dos medialunas o un brownie; y los de menores ingresos optan por un té o café con una marraqueta con chancho o una sopaipilla", explica la nutricionista Mirta Crovetto, decana de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha.


Lo correcto sería tomar té o café con leche descremada y dos tostadas con palta, quesillo o jamón. El ahorro, además de las calorías, es de entre $150 y $1.750.


Al almuerzo, el primer error es el acompañamiento: las bebidas gaseosas, que son "la primera razón del incremento de peso de los chilenos", explica la nutricionista Dawn Cooper.


Según la información de la encuesta de presupuestos familiares analizada por la nutricionista Mirta Crovetto, un chileno toma al día medio litro de gaseosa en el sector alto y 250 cc. en el bajo. Una bebida azucarada de medio litro equivale a quince cucharaditas de azúcar y hay que comer sólo cinco porciones diarias.


El gasto en alcohol también se ha incrementado, siendo que lo que hay que tomar es agua de la llave: entre 1,5 y 2 litros diarios. Así se podrían destinar los $500 que cuesta una botella de medio litro de bebida a comprar un tarro de atún o cinco frutas.


El pescado y la fruta escasean en nuestra dieta, sólo el 15,7% de la población consume cinco porciones o más de frutas y verduras al día -que es lo recomendable- y el 39,4% de los chilenos come una porción de pescado o mariscos una vez a la semana, cuando lo óptimo son dos veces.


Del plato de fondo salieron las legumbres, que se deben comer dos veces por semana, y los guisos y tallarines con carne. La última encuesta de presupuestos familiares mostró que una familia come menos de un kilo de legumbres al mes, y ¿qué es más barato: un plato de porotos o una pizza?


La última encuesta de presupuestos familiares del INE reveló que el 35% del presupuesto de alimentación lo gastamos en restaurantes, gaseosas, azúcares y dulces, y sólo el 26% en frutas, verduras, lácteos, huevos y pescados.


"Esto ocurre a todo nivel: si no gastáramos en comer en la calle, dulces y bebidas, podríamos comer todos los días pescado; y en el quintil más bajo, si no se tomaran el litro de bebida se podrían tomar un litro de leche, que vale la tercera parte. Esto no tiene que ver con plata, es un tema de valoración, educación y cultura", recalca la nutricionista del Inta, Raquel Burrows.


"No es más caro comer de manera saludable si se sabe seleccionar adecuadamente los alimentos, frutas y verduras frescas, eligiendo alimentos de la temporada", explica la presidenta del colegio de nutricionistas, Nelba Villagrán.


Alternativas para cumpleaños


Las salidas a comer afuera y los cumpleaños tienen sus opciones saludables, que son más económicas. Si pensaba comer una hamburguesa premium -que tiene entre 500 y 600 calorías y cuesta alrededor de $5.000 en un restaurante, puede cambiarla por una ensalada César con pollo a la plancha que tiene 230 calorías, o un sándwich de jamón, queso, lechuga, tomate y mayonesa que posee alrededor de 400 calorías y cuestan alrededor de $3.500.


Para los cumpleaños, las papas fritas y suflitos pueden cambiarse por pancitos con palta y huevo, que cuestan menos, brochetas de fruta o naranjas con jalea.

Gastos

13% del gasto en alimentación lo destinamos a bebidas
13% del presupuesto se va en comidas fuera de casa
9% lo gastamos en azúcares y dulces, mientras sólo 6% en frutas y 2% en pescado

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