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Críticas del Papa a "Orgullo Gay" abren debate político y social

Desde la oposición de centro-derecha se ha brindado apoyo al Papa y, el líder del Polo de la Libertad, Silvio Berlusconi, ha dicho que lo afirmado por el Pontífice es "noble y elocuente". También se ha pronunciado el que fue jefe del Ejecutivo hasta hace poco más de dos meses, Massimo D'Alema, que ha afirmado "no compartir" las declaraciones del Pontífice.

10 de Julio de 2000 | 08:19 | Efe
ROMA.- Las críticas del Papa a la manifestación del "Orgullo gay", que desfiló el sábado por las calles de Roma, han abierto un fuerte debate en Italia, donde las formaciones políticas han tomado posición respecto a las palabras del Pontífice, distantes en la izquierda y de apoyo en el centro-derecha.

Juan Pablo II aprovechó el Angelus ayer domingo para expresar la opinión de la Iglesia sobre los actos que los homosexuales han llevado a cabo en los días pasados en Roma para reivindicar su condición.

El Pontífice declaró su "amargura" por la "afrenta" que para los valores cristianos y para el Jubileo que se celebra este año suponía esa marcha de los homosexuales por las calles romanas.

El Papa recurrió al catecismo para recordar que los homosexuales deben ser tratados con respeto y compasión, pero no ocultó que "sus actos son contrarios a la ley natural".

Las palabras del Pontífice han abierto una brecha en la política italiana y en los medios de comunicación, que en los días previos habían mostrado su cercanía o distancia a las celebraciones del "Orgullo gay".

La ministra para la Igualdad de Oportunidad, Katia Belillo, acudió a la manifestación de apoyo, que reunió a miles de personas, junto al secretario general de Democráticos de Izquierda (DS), Walter Veltroni, y otros dirigentes, como el de los comunistas italianos, Armando Cossutta, y el de Refundación Comunista, Fausto Bertinotti.

También se ha pronunciado el que fue jefe del Ejecutivo hasta hace poco más de dos meses, Massimo D'Alema, que ha afirmado "no compartir" las declaraciones del Pontífice, ya que en su opinión el Gobierno debe garantizar a los homosexuales el derecho a manifestarse, incluso en una ciudad como Roma, símbolo "no sólo de la cristiandad, sino de la civilización humana".

Otros integrantes de la coalición de Gobierno se han expresado en parecidos términos, con excepción del Partido Popular Italiano (PPI), formación "heredera" de la Democracia Cristiana, que ha juzgado bienintencionadas las palabras del Papa.

Mientras tanto, desde la oposición de centro-derecha se ha brindado apoyo al Papa y, así, el líder del Polo de la Libertad, Silvio Berlusconi, ha dicho que lo afirmado por el Pontífice es "noble y elocuente".

Otros dirigentes de su formación han considerado inapropiada la manifestación, en especial por su coincidencia con el Jubileo, lo que ha sido visto como una provocación para los valores de los cristianos.

De la polémica tampoco ha escapado la cobertura informativa que la cadena de televisión pública RAI ha dado de los actos organizados con motivo del "Orgullo gay", con conexiones en directo e invitados que comentaban de modo favorable la iniciativa, trasladadas por ese medio a millones de hogares italianos.

Mientras tanto, las propias asociaciones de homosexuales han recibido con disgusto y desilusión la intervención papal, por considerar que se ha perdido una ocasión de que los ciudadanos con esa orientación sexual puedan ser admitidos plenamente por la sociedad gracias a la influencia social que tiene la posición de la Santa Sede en cualquier asunto.

Entre los que desfilaron figuraba un joven sacerdote, Vitaliano della Sala, quien aseguró estar "entristecido" por lo expresado por el Papa, ya que le pareció "una condena sin posibilidad de apelar".
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