BUENOS AIRES.- La Iglesia Católica hará público este viernes un pedido de perdón por los pecados cometidos a lo largo de la historia argentina, incluida una mención a su actuación durante la última dictadura (1976-83), adelantaron este jueves fuentes eclesiásticas.
La autocrítica se hará durante un multitudinario Encuentro Eucarístico Nacional que se desarrollará en la ciudad de Córdoba (capital de la provincia del mismo nombre, centro).
El evento, cuyo objetivo para la Iglesia local es celebrar en Argentina el Gran Jubileo del Año 2000, servirá para que los obispos difundan un documento que contemple el pedido de Juan Pablo II a los Episcopados del mundo de hacer un "mea culpa" sobre los errores cometidos.
El Encuentro Eucarístico se extenderá hasta el domingo y presidirá los actos centrales el delegado especial del Papa Juan Pablo II y arzobispo emérito de Venezuela, cardenal Rosalío Castillo Lara.
Aunque el contenido del texto -que será firmado por todos los obispos del país- se mantiene en reserva, varios prelados ya adelantaron en charlas informales con la prensa que en él estará reflejado "un pedido de perdón a Dios por todas las omisiones y faltas", con un análisis sobre lo actuado por la Iglesia durante la dictadura.
No obstante, los voceros eclesiásticas comentaron que "el arrepentimiento" no será ni "denigrante" ni una "autoflagelación". Más bien apuntará a una reconciliación para restablecer "lazos sociales y políticos resquebrajados".
Hace tres años, el Ejército por boca de su entonces comandante Martín Balza efectuó un público "mea culpa" por lo realizado durante la represión ilegal. Jefes guerrilleros de la época lo hicieron posteriormente.
Se esperaba, sin embargo, que esta suerte de "examen de conciencia" preparado por la conducción de la Iglesia, será "más profundo" que el documento que dieron a conocer los obispos argentinos en 1996, dos años después de que el Papa hiciera un llamado a concretar ese pedido de perdón con el objetivo de entrar al nuevo milenio "reconciliados".
Entonces, el Episcopado local expresó que lamentaba la "participación de hijos de la Iglesia" en la represión ilegal de la dictadura. Pero también deploró la participación de cristianos en la "violencia guerrillera".
Igualmente, en aquella autocrítica, había resaltado que las gestiones realizadas durante la dictadura "no alcanzaron para mitigar tanto horror", en alusión a las torturas y los miles de personas que aún permanecen desaparecidas (30.000 según ligas humanitarias; 10.000 oficialmente).
Además, hay denuncias oficiales sobre 230 casos de robo de bebés nacidos en cautiverio de madres desaparecidas.
Por este último delito, imprescriptible pese a las leyes de amnistía de Punto Final (1986) y de Obediencia Debida (1987) así como por los indultos (1989 y 1990), están hoy detenidos en prisión domiciliaria (por ser mayores de 70 años), entre otros, los ex represores Jorge Videla y Emilio Massera.
La Iglesia argentina ha recibido múltiples acusaciones de haber permanecido en silencio durante los "años de plomo" de la dictadura. Entidades humanitarias señalaron que hubo capellanes militares que fueron omisos o colaboraron con los torturadores de detenidos.