BERLIN.- El canciller socialdemócrata alemán Gerhard Schroeder se desembarazó este jueves de su ministro de Transportes, Reinhard Klimmt, cuyos problemas judiciales podrían haber afectado a la imagen de un gobierno que parecía haberse librado de sus errores del pasado.
"Reinhard Klimmt quiso evitar a su partido y al gobierno los daños de un enfrentamiento judicial. Pienso que es una decisión que se debe respetar", dijo Schroeder, que es igualmente presidente del partido socialdemócrata (SPD).
Schroeder acababa de exponer al grupo parlamentario SPD, convocado en reunión extraordinaria, los motivos del abandono de Klimmt, empujado a la dimisión tras una condena por "complicidad de malversación" con un club de fútbol que presidía en la época de los hechos, el FC Sarrebruck.
El propio interesado justificó su decisión ante sus colegas diputados. "El debate público no debe dañar al gobierno", explicó Klimmt.
El miércoles apeló su condena, lo que significaba el inicio de un proceso.
El tribunal de Treves (oeste), condenó el lunes a Klimmt al término de un procedimiento simplificado que se basa en una "sospecha suficiente de culpabilidad".
El ministro hubiera preferido aceptar la multa y ahorrarse la comparecencia ante el tribunal, pero la presión política hubiera sido demasiado fuerte.
Klimmt, culpable en un caso de falsos contratos protagonizado por el club de fútbol, deberá probar ahora ante los jueces la inocencia que reivindica.
Los trapos sucios que inevitablemente van a salir a la luz "hubieran planteado problemas al canciller", señalaba el jueves un diputado SPD.
Gerhard Schroeder, al que el diario británico Financial Times llegó a calificar como "uno de los más audaces y competentes jefes de gobierno alemanes de la posguerra", no tiene ningún interés en que las tribulaciones de un ministro acaben por afectarlo.
La dimisión de Klimmt es la segunda de un ministro del gobierno Schroeder desde las legislativas que llevaron a los socialdemócratas al poder en septiembre 1998, y se trata una vez más de alguién del ala izquierda del SPD.
Klimmt será reemplazado por el secretario de Estado para los Transportes, Kurt Bodewig, un sindicalista renano de 45 años que ha protagonizado una brillante carrera en el gobierno federal.