MOSCU.- El presidente ruso Vladimir Putin confirmó el domingo que el presidente checheno pro moscovita, Akhmad Kadyrov, murió tras una explosión registrada en un estadio de Grozny.
El Kremlin dijo, citando a Putin, que: "Kadyrov murió el 9 de mayo, el día de nuestra gran fiesta nacional", refiriéndose a la celebración de la victoria de Moscú sobre las tropas alemanas en la Segunda Guerra Mundial.
La explosión, que sacudió un estadio de Grozny, la capital regional rusa de la rebelde Chechenia, fue causada por una bomba colocada en la estructura del complejo deportivo, dijo un alto funcionario de seguridad.
"La bomba fue colocada dentro de una parte de hormigón del estadio", dijo Khamid Kadayev, viceministro de Interior de Chechenia, en declaraciones a la televisión realizadas desde el lugar del suceso.
El funcionario dijo que por eso la bomba no fue detectada la noche anterior, cuando el estadio fue inspeccionado por miembros de la seguridad antes de las fastuosas celebraciones del Día de la Victoria.
Al menos 14 personas perdieron la vida y otras 20 resultaron heridas por la explosión, según las primeras informaciones.
Algunos medios dijeron, citando fuentes oficiales, que entre las víctimas se encontraba el general al mando del ejército ruso en Chechenia, Valery Baranov, sin que fuera posible confirmar oficialmente si el militar estaba muerto o herido.
El Ministerio de Defensa atribuyó la explosión a los rebeldes chechenos.
Putin: los "terroristas" serán castigados
Putin, en declaraciones realizadas el domingo poco después de la explosión dijo que los "terroristas" serían castigados.
"No puede haber duda de que el castigo es inevitable para aquellos que hoy están luchando. Será inevitable para los terroristas", dijo Putin ante veteranos de guerra con los que se reunió como parte de las celebraciones que conmemoran la victoria de la Unión Soviética en 1945 sobre los nazis.
Kadyrov había llamado en el pasado a los musulmanes chechenos a librar una "guerra santa" contra el ejército ruso.
Pero en los últimos años se amigó con el Kremlin y se convirtió en el eje de los intentos de Putin por restablecer el poder ruso sobre Chechenia.
En octubre fue elegido presidente, con el fin de construir una administración capaz de establecer la autoridad rusa sobre la región.
Si se confirma que los rebeldes chechenos son los responsables del ataque, sería el más audaz golpe lanzado contra las fuerzas rusas desde que este país se reinstaló en Chechenia en 1999.
Los rebeldes chechenos han lanzado ataques en diversas zonas de Rusia, inclusive en Moscú.