En Barcelona, los camioneros marcharon lentamente por la ciudad.
EFE
MADRID.- La huelga indefinida convocada por el sector del transporte en carretera en protesta por los altos precios del combustible comenzó en España con los primeros minutos del lunes, provocando temores de desabastecimiento.
La Federación Nacional de Asociaciones de Empresarios de Transporte Discrecionales de Mercancías (Fenadismer), que representa principalmente a las pequeñas y medianas empresas del sector, ha convocado el paro al que no se ha sumado la organización que agrupa a los flotistas e intermediarios.
El presidente de Fenadismer -que representa a unas 30.000 compañías y a más de 60.000 vehículos-, Julio Villaexcusa, aseguró la semana pasada que el paro sería "largo y duro", al tiempo que advirtió que podrían producirse desabastecimientos.
Diversos medios informaban de la existencia de largas colas en gasolineras y centros comerciales el domingo para hacer acopio de combustible y alimentos.
Entre las primeras consecuencias del paro, los camioneros bloqueaban el tráfico de vehículos en el paso fronterizo de La Junquera, entre España y Francia, según informa la Cadena Ser.
Las negociaciones entre el Gobierno y una patronal de transportistas debido al alto precio de los combustibles fracasaron el viernes, cuando ya se produjeron cortes de carreteras por parte de centenares de camioneros.
El ministerio de Fomento sigue sin aceptar la principal reivindicación de los camioneros, que es establecer tarifas obligatorias.
Las organizaciones de transportistas están convocadas para una nueva reunión el lunes.
El alto precio del combustible, debido al precio récord del barril del petróleo -que el viernes alcanzó un nuevo máximo de 139 dólares-, está comenzando a provocar movilizaciones en España como las que ya se han dado en otros países europeos.
Así, los pescadores mantienen un paro de actividad desde hace varios días, a los que se sumaron el jueves los taxistas madrileños en una manifestación de protesta en la capital española.
La situación podría complicarse aún más si los agricultores, descontentos también por el precio del diésel, se suman a las protestas.
