Larissa Riquelme muestra sus ganas de estar en Viña y espera ofertas para venir a Chile

SANTIAGO.- Ya sea sentadas en la fila del jurado o en el panel de algún programa de televisión, ya son varias las figuras femeninas que desde alguna parte del continente han llegado a formar parte de la vorágine del Festival de Viña del Mar: Desde Jessica Cirio (2008) a Catherine Fulop (2010), pasando por Luciana Salazar (2005).

Por lo mismo, la aparición repentina y avasalladora de la paraguaya Larissa Riquelme llevó a muchos a imaginarla de inmediato junto a la costa viñamarina, en febrero próximo. La modelo se candidatea: "He escuchado rumores que se referían a la invitación a Viña del Mar, pero todavía no he recibido ninguna formal", dice a Emol, y asegura que "por supuesto" le gustaría venir.

Pero la llamada "Novia del Mundial" ("¡Me encanta! Adoro que me llamen así") hoy está enfocada en otros asuntos. Su agenda está totalmente llena para los próximos meses, con compromisos que la tienen viajando entre distintos países del mundo.

Es la consecuencia de una casualidad que cambió su vida. Hasta junio de este año, Riquelme sólo era una figura conocida en Paraguay, lo que se traducía en 2.500 personas que se declaraban sus seguidores en Facebook.

Pero como reconocida aficionada al fútbol (es fanática de Cerro Porteño), a fines de ese mes decidió ir hasta el centro de Asunción, para ver en masa el partido entre la selección de su país y la de Italia en el Mundial de Sudáfrica, maniobra que repetiría hasta el último encuentro de los albirrojos contra España, que vio en el estadio Defensores del Chaco.

Y entonces cambió todo. Sus fotos alentando a Paraguay literalmente dieron la vuelta al mundo. "Estoy gratamente sorprendida, y orgullosa a la vez", dice sobre su fama, que explica en el hecho de "haber estado en el lugar y en el momento justo. No fue nada premeditado, sucedió de casualidad. Siempre soñé con ser conocida mundialmente, pero jamás pensé que sería luego de esto".

Así surgió el apelativo mundialero, además de las continuas referencias a su celular, que en esas fotos luce bien protegido en medio de su escote. "Resulta que el jean que usaba no tenía bolsillos. Por comodidad, y también por proteger al celular habiendo tanta gente, lo ponía ahí. Luego ya se convirtió en una cábala", dice.

Ésa es la imagen que se vio en todas partes sin que ella supiera, hasta que una amiga se lo comentó vía Facebook. "Me dijo que mis fotos estaban en Italia, y luego ya fueron miles de personas que me felicitaban diciéndome que mis fotos estaban por todo el mundo", cuenta. La mencionada red social es la prueba más elocuente del fenómeno: De esos 2.500 fans de junio, "hoy día estamos en 536 mil. Y en el Twitter tengo cerca de 70 mil seguidores, índices no alcanzados en la anterioridad en el Paraguay", cuenta.

Por esas vías dice que recibe un enorme cariño de la gente, incluyendo Chile, de donde lo único que sabe es que "hubo publicaciones mías en periódicos y portales". De todos modos, espera venir pronto. Mientras, ya debe haber varios que comienzan a imaginarla con la corona de Viña en la cabeza.