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¿Beber o no beber?: Cinco grandes películas sobre alcoholismo

Desde el clásico "Días sin huella" de Billy Wilder, a la recordada "Adiós a Las Vegas" con Nicolas Cage, están en este listado de alta graduación.

10 de Diciembre de 2011 | 13:04 | AP

LOS ANGELES.- El personaje de Charlize Theron en "Young Adult", una mujer divorciada y escritora de literatura adolescente, se despierta todas las mañanas destruida sobre su cama, usando la misma ropa que había utilizado el día anterior.

Con los ojos entreabiertos y deshidratados, con un rostro lleno de maquillaje revuelto, toma bebida dietética directa desde una botella de dos litros y quizás así recuerda abrir una lata de comida para perros, para alimentar a su descuidada mascota.

Claramente tiene un problema con el trago, que vagamente intenta conversar con sus despistados padres, y que prefiere ignorar simplemente para tomarse otro vaso de bourbon.

La de Theron en este film, que se estrena el 16 de diciembre en Estados Unidos, es una actuación osada en una película aventurada, que hace pensar en otras cintas que han presentado igualmente el alcoholismo de una forma vívida y resuelta:

"Días sin huella" ("The Lost Weekend", 1945): Esta cinta fue innovadora en su momento, al explorar lo que hasta entonces era considerado un tema tabú. Mucho antes de que ir a rehabilitación fuese algo socialmente aceptado e incluso recomendado, la gente simplemente no hablaba sobre alcoholismo, y la forma en que se retrataba la ingesta de alcohol en las películas era usualmente glamorosa. Esta cinta es todo lo contrario: es una visión pesadillesca y alucinatoria de un aproblemado escritor (Ray Milland), bebiendo y batallando sus demonios en el curso de varios días. Ganó cuatro premios Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director para Billy Willder.

"Barfly" (1987): Esta película de Barbet Schroeder, basada en un guión de Charles Bukowski (que algo sabía sobre tormentos), puede que tenga una estética romántica y oscura en LosAngeles, pero es desgarradora en su retrato de dos personas solitarias que están tan enamoradas del alcohol como de uno con el otro. Quizás incluso más con lo primero. Mickey Rourke es habitual morador de bares y ocasionalmente poeta, mientras que Faye Dunaway es una mujer de clase que se enamora rápidamente en un romance veloz y conveniente. Juntos son un caos, pero están hechos uno para el otro, porque ambos harán lo que sea para poder alcanzar aquel siguiente trago.

"Adiós a Las Vegas" ("Leaving Las Vegas", 1995): Hay un patrón con estos escritores autodestructivos que beben para poder escapar de sus fracasos, para eludirse a sí mismos. Como un guionista de Hollywood, Nicolas Cage quiere escapar de todo cuando viaja a Las Vegas para beber hasta la muerte. Es carismático, volátil y dolorosamente triste al lanzarse de cabeza hacia su ruina intencional, en una actuación que le valió el Oscar. Elisabeth Shue está muy bien como una prostituta que queda fascinada con él, pero no intenta salvarlo, y el director Mike Figgis tampoco lo juzga. En cambio, sólo muestra la relación entre ambos y la sórdida área de la ciudad del pecado.

"Un santa no tan santo" ("Bad Santa", 2003): Ka ingesta perpetua de alcohol es un chiste continúo, pero aquí las risas llegan desde un lugar mucho más oscuro. Sí, la película de Terry Zwigoff es consistentemente graciosa, pero también tiene una veta implacable y sin disculpas. El personaje de Billy Bob Thornton, Willie T. Stokes, es un hombre miserable, que trabaja medio tiempo como un Viejo Pascuero de un mall y el resto como un estafador alcohólico. Willie es profano y antisocial, un fumador en cadena que bebe tanto, que llega a orinarse sobre sí. Es un hombre inescrupuloso sin ninguna chance de redención, ni tampoco es algo que quisiese. Thornton lo interpreta como si fuese un personaje de un drama, sin rasgos de caricatura, lo que lo convierte en alguien creíble.

"Julia" (2009): Quizás no tan buena película como lo es la actuación de la versátil Tilda Swinton en el rol protagónico, una mujer solitaria y autodestructiva que realiza una serie de decisiones desesperadas. Como Theron en "Young Adult", es una persona inherentemente desagradable. Puede ser entretenida, una borracha encantadora, pero la mayor parte del tiempo es un desastre. Tampoco es tan lista como cree, así que cuando accede a raptar a un niño de 8 años porque necesita el dinero, cree que lo puede hacer mejor con una estrategia propia. Las cosas se ponen feas y sus niveles de alcohol en la sangre no son precisamente un factor favorable en su proceso de toma de decisiones.