TORONTO.- En 1974, el director de culto Alejandro Jodorowsky se preparaba para rodar una película sobre la novela de ciencia ficción "Dune", con música de Pink Floyd, un reparto que incluía a Mick Jagger y el objetivo de que la audiencia experimentara la alucinación que provoca el LSD sin consumir drogas.
La película nunca se rodó. Pero "Jodorowsky's Dune", un documental exhibido en el Festival Internacional de Cine de Toronto esta semana, argumenta que no sólo es una obra maestra perdida, sino que ayudó a que la popular saga cinematográfica "Alien" cobrara forma y dejó su marca en muchos clásicos de ciencia ficción.
La idea del documental surgió cuando Frank Pavich, un cineasta estadounidense afincado en Ginebra, vio una lista de los mayores proyectos cinematográficos de la historia que nunca se hicieron.
"Es interesante pensar en este mundo alternativo de películas que podían haber sido", dijo el director.
"Dune" de Jodorowsky "siempre es la historia que se nos ocurre porque es la más fantástica de todas. Es la mayor de lejos", dice sobre el proyecto que luego sí realizó David Lynch.
El chleno saltó a la fama en la industria cinematográfica en la década de los setenta con "El Topo". Después realizó "La montaña sagrada", financiada parcialmente por John Lennon y se convirtió en un icono alternativo.
El director, ya octogenario, recuerda en el documental que cuando se le preguntó entonces cuál sería su siguiente proyecto, contestó "Dune", un libro que no había leído y del que sólo le había hablado un amigo.
"Dune", una de las novelas de ciencia ficción más vendidas de todos los tiempos, escrita por Frank Herbert, es una historia épica sobre la batalla por el control de un planeta desértico que produce una especia esencial para los viajes espaciales.
Jodorowsky, no muy preocupado por la fidelidad del material, lo vio como un vehículo para concienciar a los espectadores.
"Quería crear un profeta que cambiara las mentes jóvenes del mundo. Dune sería la llegada de un dios artístico y cinético", dice en el documental.