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La apuesta de "Duolingo" para romper el "círculo vicioso" del estudio de idiomas

Conversamos con Luis Von Ahn, creador de la popular aplicación, hoy usada por 38 millones de personas. ¿Su próximo gran objetivo? Democratizar las pruebas estandarizadas de inglés.

09 de Agosto de 2014 | 12:21 | Por Javier Neira R., Emol
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Luis Von Ahn, creador de Duolingo.

Mauricio Pérez, El Mercurio

SANTIAGO.- En abril de 2011, Luis Von Ahn, profesor de posgrado de la universidad Carnegie Mellon de EE.UU., presentó un nuevo proyecto a través de una charla TED: un servicio para aprender idiomas de manera económica, usando el conocimiento de la red como base. Siete meses después, la idea bautizada como Duolingo estrenó su beta y hoy, a tres años del anuncio, ya cuenta con 38 millones de usuarios.


Entre medio, el guatemalteco Von Ahn se convirtió en un referente de la industria latinoamericana y estableció Duolingo como uno de los productos móviles más destacados del mercado, siendo reconocida como una de las aplicaciones del año 2013 por Apple y liderando constantemente las listas de descargas en las categorías de educación de iOS y Android.


¿Cómo surgió todo? "Vimos el mercado de la enseñanza de idiomas y algo estaba mal", afirma Von Ahn desde Pittsburgh. "Vimos que 1.200 millones de personas están aprendiendo otro idioma. La mayoría, unos 800 millones, cumple tres criterios: están estudiando inglés, lo hacen para mejorar su situación laboral y socioeconómica, y son de nivel socioeconómico bajo. El problema es que la mayoría de las formas para aprender inglés son muy caras, cerca de los mil dólares. Es una ironía: la mayoría necesita aprender inglés, no tiene mucho dinero pero lo necesita para hacerlo. Es un círculo vicioso".


En tres años Duolingo creció más allá del inglés, ofreciendo además cursos de español, italiano, alemán, francés, portugués y holandés, esperando sumar pronto también clases de danés, ruso y algunos idiomas más. Todo disponible desde aplicaciones para iOS y Android (que representan el 85% del uso del sistema), y una versión web. Desde el punto de vista financiero, acuerdos con CNN y BuzzFeed para la traducción de artículos (ofrecidos a los usuarios como práctica de sus conocimientos) pagan las cuentas de la operación.
 
Con una base de usuarios consolidada, ahora la empresa buscará resolver una de las peticiones que más reciben: un certificado que confirme que la persona sabe inglés. "Empezamos a ver cómo era el mercado de la certificación de inglés y nos dimos cuenta lo ridículo que es. Hay que dar un examen estandarizado que requiere un pago de US$ 250. Además hay que hacer una cita con seis semanas de anticipación y en muchos casos viajar al centro de evaluación, porque no están en todas las ciudades. Al final el proceso toma ocho semanas, posiblemente un viaje y US$ 250, que en muchos países en vías de desarrollo, es un mes de trabajo", asegura Von Ahn.


El resultado de la investigación es el "Duolingo Test Center", un servicio que ofrece una prueba online para certificar el nivel de inglés. El examen se rinde desde un teléfono o computador, en cualquier momento, sin cita previa y sólo cuesta 20 dólares. El costo se divide en seis dólares para costear el sistema de pago, cinco para el examinador que revisa la prueba en vivo y nueve para Duolingo. "No entendemos por qué cuesta 250 dólares rendir estos exámenes", comenta el guatemalteco. "Seguro no están muy contentos con lo que estamos haciendo, porque lo divertido es que todos estos exámenes cuestan lo mismo. Como que están medio de acuerdo en que eso es lo que van a cobrar".


El primer paso de un camino más largo


En Duolingo saben que, más allá de las buenas intenciones y una prueba de menor costo, el real impacto del Test Center se va a medir en cuántas universidades y compañías acepten el examen como una prueba válida de postulación. "Hemos hablado con las 25 mejores universidades de EE.UU. Una de ellas ya tomó pasos para aceptarla (Carnegie Mellon) y las demás lo están considerando. Seguramente en unas semanas vamos a anunciar otras", afirma Von Ahn, agregando que mientras se hacen esas negociaciones, el Test Center se mantendrá en beta, permitiendo dar la prueba gratis.


Ese examen gratuito será igual de válido que el pagado. La idea es ir convirtiéndolo en un estándar. "Mientras más gente lo ponga en sus currículums, más instituciones van a empezar a aceptarlo, se va a volver una norma. Pero esto no va a ser rápido. Va a tomar años para que universidades y empresas lo empiecen a aceptar.", explica.


Los próximos pasos del Test Center son lanzar su versión para iOS en septiembre (por ahora es una exclusiva de Android por un acuerdo con Google para promocionar el servicio) e incorporar evaluaciones de más idiomas hasta cubrir todos los que se enseñan en Duolingo.


El otro proyecto que está desarrollando la compañía es un posible arribo a salas de clases, para explotar el potencial que tiene como herramienta educativa. "Estamos trabajando con Guatemala, con Costa Rica y no tan avanzado pero también con Colombia. La idea es llevarlo a las salas de clases. El problema es que las escuelas de Latinoamérica no tienen buen acceso a internet", afirma, agregando que la base del proyecto es que "creemos que podemos brindar una mejor educación que la educación pública que hay ahora. Nosotros en idiomas y otras aplicaciones en otras cosas. Una educación donde la mitad venga de aplicaciones puede ser mucho más exitosa de lo que hoy se hace en países en vías de desarrollo".

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