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Embarazo | Cuidados materno-fetales

 

 

Cuidados materno-fetales

GonzalezUn embarazo normal no implica mayores cambios en la rutina de una madre, aunque debe tener algunos cuidados con el tipo de alimentación y ejercicios que realiza.

Los estudios recientes han desterrado el mito de que una mujer debe “comer por dos” cuando está embarazada, y tal como lo explica el gineco-obstetra Rogelio González, se ha comprobado que la madre no debiera subir más de 7 u 8 kilos durante ese período. Hacerlo en exceso sólo implicará que después del parto quede con un sobrepeso difícil de reducir.

 

La dieta debe ser balanceada, rica en fibras debido a que en este período aumenta el estreñimiento; evitar en lo posible los picantes para no sentir molestias y descartar las comidas altas en colesterol. Se sabe que las madres tienen una preferencia por las cosas saladas y ácidas y eso tendría su explicación en que estas sustancias ayudan a una mayor retención de nutrientes en la sangre. En cuanto al cuidado de la piel, se recomienda el uso de cremas para prevenir estrías, aunque éstas no aseguran el resultado porque todo depende de la calidad de la epidermis de cada mujer.

 

El alcohol y el cigarrillo están totalmente prohibidos. El primero pasa directamente al feto, pudiendo dañar el proceso de multiplicación de las neuronas, mientras que el cigarrillo disminuye el paso de sangre de la madre hacia el feto. (ver infografía).

 

Durante este período la madre puede realizar ejercicios de bajo impacto, especialmente en el agua, siempre que su embarazo sea normal. Quienes lo hacen, pujan mucho mejor en el momento del parto y presentan menos cuadros de diabetes gestacional (intolerancia al azúcar). (ver infografía).

 

Rogelio González señala que en distintas etapas del embarazo se recetan suplementos vitamínicos como fierro, calcio y ácido fólico. Respecto de las relaciones sexuales, aclara que éstas se pueden desarrollar con total normalidad, dentro de parámetros de no mucha exigencia, durante todo el embarazo y se recomienda suspenderlas a partir de las 34 semanas para evitar el inicio precoz de contracciones.


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