El poder de fecundación del espermio no es superior a las 120 horas (5 días) de haber sido expulsado por el hombre, pero los gametos masculinos pueden permanecer en la vagina y útero femenino más de una semana.
Según explica el médico Horacio Croxatto, presidente del Instituto Chileno de Medicina Reproductiva, si se tienen relaciones sexuales el mismo día de la ovulación hay un 8% de probabilidades de quedar embarazada, mientras que si el coito tuvo lugar 24 horas antes, la probabilidad aumenta a un 29%. “El coito es fecundante sólo si se da el día de ovulación o los 5 días precedentes”, asegura.
Debido a todos los factores anteriores, si una pareja quiere quedar embarazada debe sostener en forma periódica relaciones sexuales en pleno período de preovulación, más, cuando se sabe que sólo 1 de 4 folículos fecundados sigue adelante y se anida. Un óvulo fecundado demora 5 días en llegar a la cavidad uterina y el 17% de ellos no se implanta y se pierde, mientras que algunos se implantan en las trompas de Fallopio dando origen a los conocidos embarazos tubarios.
Según las estadísticas, entre un 70 a 80% de las parejas que tienen una vida sexual activa (dos a tres veces por semana) quedan embarazadas en el plazo de un año, mientras que un 90% lo hace en el plazo de 2 años. El 10% restante debe recurrir por ayuda.
Hay una serie de alteraciones que pueden impedir el proceso de fecundación como es deficiencias hormonales, estrés, duelo, situaciones de angustia, ya que todo este proceso está regido por el sistema neuroendocrino que regula el ciclo menstrual.
Se ha observado que en el caso de las mujeres que realizan mucho ejercicio (atletas) hay mayores dificultades para embarazarse, por lo que se recomienda bajar la intensidad si se está en campaña.
También es favorable sostener una alimentación sana, libre de grasas saturadas o altas en colesterol, ya que se pueden presentar alteraciones de la función en el páncreas, pudiendo provocar insulina resistencia, enfermedad que dificulta la fecundación. Tomar ácido fólico (se encuentra en la harina) y yodo (en la sal) por períodos prolongados antes del embarazo previenen malformaciones en el hijo.
