La exposición prolongada a los rayos UV puede causar quemaduras y aumenta el riesgo de sufrir cáncer a la piel. Pero a pesar de esto, muchos no pueden resistir la tentación de echarse al sol para adquirir un bronceado fascinante.

Y justamente para que sea eso, fascinante, hay que tomar las debidas precauciones, válidas tanto para mujeres como para hombres. Sólo así la piel lucirá un tono perfecto, no estará deshidratada y se mantendrá lisa y tersa por más tiempo.

Los expertos recomiendan no apresurarse con el bronceado. Aunque sea impaciente debe usar un bronceador con un factor alto, según su piel (vea tabla) y dejarse tostar lentamente. No olvide que en la cara siempre se debe usar una crema con mayor protección solar.

*El factor de protección solar (FPS) es un índice que nos informa del tiempo que podemos permanecer expuestos al sol sin riesgo de quemadura, ya que multiplica el número del factor por el tiempo de exposición sin protección.

Los bronceadores tienen un número que indica su factor de protección solar (FPS). A mayor FPS, mejor protección contra la quemadura solar. Lo mejor es preferir los fotoprotectores llamados de "amplio espectro" que protegen contra UVB Y UVA.


Después de tomar sol lo mejor es hidratar la piel, ya que en verano el calor la hace perder más agua de lo debido y las células muertas se acumulan en la superficie dificultando su renovación. Dos son, entonces, los cuidados básicos a considerar: exfoliar la piel una vez por semana y aplicar crema a diario.