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La U de Sampaoli agudizó la profunda herida de Colo Colo y de Diego Cagna

Los azules se impusieron por 3-1 en el primer Superclásico del 2011 disputado en Temuco. El último tanto del match fue obra del inagotable Diego Rivarola. Los albos pidieron la cabeza del DT.

03 de Febrero de 2011 | 00:26 | Emol
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El ídolo de la U repitió esta noche una de las imágenes que más le gusta a la parcialidad azul.

Mario Quilodrán, El Mercurio

SANTIAGO.- La Universidad de Chile de Jorge Luis Sampaoli obtuvo una gran victoria por 3-1 sobre Colo Colo en el primer Superclásico del 2011, encuentro disputado en el Estadio "Germán Becker" de Temuco.


El trámite del cotejo comenzó con los albos tomando las riendas de las acciones e inquitando en más de una ocasión al retornado Johnny Herrera.


Y la presión tuvo premio: a los 14 minutos Rodrigo Millar se anotó con un pase magistral para Esteban Paredes, quien como en toda su versión 2011, batió con clase y frialdad al golero laico.


Pero los azules no estaban dispuestos a volver a ser amargados por su acérrimo rival. Por ello, apretaron en campo contrario y a los 22 minutos empataron el partido tras un penal que Gustavo Canales transformó en gol tras tener que repetirlo.


El penal se lo hicieron a Matías Rodríguez, quien minutos después tendría algo que decir durante el juego.


Pero antes otra mala para los de Cagna: el meta uruguayo salió lesionado de uno de sus hombros y fue reemplazado por Raúl Olivares. Según trascendió, sufrió un esguince que lo marginaría del debut en la Copa Libertadores, ante el ganador de la llave que disputan Deportivo Petaré de Venezuela y Cerro Porteño de Paraguay.


Y fue cosa de minutos: a los 36’, el uruguayo se elevó entre los centrales colocolinos y cobró la segunda anotación. El lanzamiento de esquina fue obra de Eugenio Mena.


Ya en la segunda mitad el juego de los dirigidos por Diego Cagna no levantó y la gente comenzó a perder la paciencia. Para peor, a los 61’ Lucas Wilchez vio la tarjeta roja. El panorama ya se veía negro.


Incluso, los hinchas azules comenzaron a disfrutar del encuentro y coreaban el tradicional "ole, ole". En la otra vereda, los garreros prefirieron desestimar al rival y cargar todo contra el DT. "Cagna ya se va" se escuchó en el codo norte.


Cuando todo parecía escrito vino el gran momento para la parcialidad azul. Diego Rivarola se despachó una gran jugada y remató un encuentro que devolvió a los azules el aire y el sabor de ganar un clásico. Celebró con su hinchada, se sacó la camiseta, y por supuesto fue amonestado. Poco importaba.


Para la próximo fecha del Apertura, la U chocará con Ñublense, mientras que Colo Colo ante Santiago Wanderers.

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