BUENOS AIRES.- El Presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, anunció la creación de un impuesto especial a las grandes empresas para financiar un programa de subsidios que beneficiará a unos dos millones de jefes de hogar desempleados.
Ese gravamen será tributado "por única vez" por las compañías que obtuvieron "grandes ganancias" y por las que "se beneficiaron con la pesificación", indicó el Primer Mandatario en entrevistas que publican hoy los diarios "Clarín" y "La Nación", de Buenos Aires.
Duhalde admitió que no tenía "precisiones" sobre el número de empresas que serán alcanzadas por ese impuesto especial, con el cual el Gobierno espera recaudar inmediatamente unos dos mil millones de pesos (casi mil millones de dólares).
Con ese monto, que se sumará a otro de 1,2 mil millones de pesos por otras imposiciones previstas en el presupuesto que analiza el Parlamento, el Gobierno prevé otorgar subsidios de 150 pesos (unos 73 dólares) mensuales a dos millones de desocupados.
Duhalde, quien asumió el 1 de enero tras la convulsión social que forzó a finales de diciembre la renuncia de dos presidentes (Fernando de la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá), devaluó el peso tras casi once años de estar anclado al dólar.
El Gobierno, que fijó en 1,40 la cotización del dólar, aunque en el marcado de cambios oscila entre 2 y 2,20 pesos, dispuso que las empresas que tenían créditos o deudas en la moneda estadounidense podían transformarlas en pesos al cambio uno a uno.
Los dos rotativos coinciden en que el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, y sus colaboradores aún no habían definido si el nuevo impuesto alcanzará a las empresas que "pesificaron" deudas por dos o por tres millones de dólares.
El Mandatario había manifestado hace tres semanas su intención de imponer un tributo especial para financiar planes sociales, tal como había hecho el Primer Ministro británico, Tony Blair, para desarrollar un programa de seguros de desempleo.
Luego dijo que esperaba "gestos" de las compañías que obtuvieron grandes ganancias, pero el sábado, en el espacio que utiliza tres veces por semana en la estatal Radio Nacional, precisó que evaluaba crear un impuesto a "las ganancias extraordinarias".
Duhalde indicó al diario "La Nación" que los recursos que se obtengan por ese nuevo impuesto serán destinados a "jefes de familias sin ingresos" con el requisito de que "trabajen cuatro horas diarias por 150 pesos" mensuales.
La idea de gravar a las grandes empresas surgió de la llamada "Mesa del Diálogo", que reunió -con el auspicio de las Naciones Unidas- a representantes del Gobierno, de la Iglesia y de los sindicatos de trabajadores y de empresarios.
Tras un mes de sucesivas reuniones con distintos sectores, esa mesa de concertación entregó la semana pasada a Duhalde un documento de 75 páginas con propuestas destinadas, fundamentalmente, a atender a los pobres y marginados.
Argentina arrastra desde mediados de 1998 una crisis económica que se ha agravado en los últimos meses y que se refleja en una constante caída de la recaudación fiscal, el descenso de la actividad industrial y altos índices de desempleo.
Según datos del Gobierno, unas 5 millones de personas no tienen empleo o sólo acceden a trabajos temporales, lo que ha empujado a poco más de la tercera parte de los 36 millones de habitantes del país a vivir en la pobreza o en la indigencia.
