WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., George W. Bush, reconoció hoy que la mayor necesidad de la economía es recuperar la confianza tras una serie de escándalos financieros en grandes compañías, que amenazan la popularidad de su Administración.
"Quizá la mayor necesidad de nuestra economía en este momento es recuperar la confianza en la integridad de los líderes empresariales", dijo Bush en su intervención radiofónica semanal.
Según el Presidente, "casi cada semana trae noticias de una mayor productividad o de un gasto más sólido de los consumidores, pero también el descubrimiento de fraudes y escándalos, problemas que vienen de muy lejos y que ahora salen a la luz".
Por esta razón, afirmó Bush, su Administración trabaja con el Congreso para aprobar legislación que proteja a los trabajadores, a los accionistas y a los inversores, y subrayó que "no se detendrá hasta que se apruebe una ley definitiva" contra los escándalos.
"Propongo doblar las penas de cárcel para castigar el fraude financiero", declaró el mandatario, en una reiteración del discurso que pronunció el martes ante los inversores en Nueva York y que no sirvió para frenar la caída de los mercados de valores.
En medio de escándalos como los del gigantes de las telecomunicaciones WorldCom y las dudas sobre la gestión empresarial del presidente antes de iniciar su carrera política en 1994, los índices bursátiles perdieron un 7,2 por ciento esta semana.
El viernes se conoció, además, el dato de que el Gobierno prevé para este año fiscal un déficit de 165.000 millones de dólares, lo que introdujo un nuevo elemento de incertidumbre económica.
A la serie de revelaciones sobre irregularidades financieras, se sumó hoy una información del periódico The Washington Post, según la cual Larry Thompson, jefe del Grupo Especial creado por Bush para combatir la corrupción, dirigió una compañía envuelta en un caso de fraude.
