MADRID.- El "neopopulismo", representado por Hugo Chávez en Venezuela y Lula da Silva en Brasil, avanza imparable en América Latina como reacción a los errores del neoliberalismo, según advirtieron hoy los intelectuales que han constituido, para hacer frente a esa ola, la Fundación Internacional para la Libertad (FIL).
"Este es el momento de reaccionar", dijo el economista brasileño Paulo Rabello de Castro, uno de los participantes en el foro "Iberoamérica entre la
Modernidad y el Neopopulismo" con el que se presentó en sociedad la FIL.
Rabello, al igual que el resto de intervinientes, identificó ese nuevo populismo con los movimientos políticos que se registran en Argentina, Brasil o Venezuela y con líderes como Hugo Chávez y Luiz Inacio Lula da Silva.
El economista tranquilizó a la audiencia, en la Casa de América, subrayando que el candidato del Partido del Trabajo "no viene a Brasil para hacer el socialismo" porque es consciente de que las decenas de millones de votos que le auparán a la Presidencia no son de izquierda sino de descontento hacia el neoliberalismo.
Los "errores" del neoliberalismo en los 90 centraron buena parte del debate. Así, el mexicano Roberto Salinas pidió a los presentes -un centenar de economistas, escritores y profesores universitarios de ambos lados del Atlántico- que abandonen la palabra "neoliberal" por las connotaciones "peyorativas" que ha adquirido esa "etiqueta" en América Latina.
"Todos los males del mundo son consecuencia del neoliberalismo: las devaluaciones, las enfermedades, hasta las lluvias y el malestar estomacal", ironizó Salinas.
El mexicano arremetió también contra la ola de neopopulismo que invade el continente y, en el caso mexicano, criticó al Partido Revolucionario Institucional (PRI), fracturado entre "pragmáticos y salvajes del parque jurásico", y al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Del PRD dijo que "es completamente primitivo", hasta el punto de que sigue "hablando abiertamente de la redistribución de la riqueza".
El anticastrista Carlos Alberto Montaner, por su parte, calificó a Chávez de "demente" y criticó a las entidades financieras extranjeras -en alusión al banco español BBVA- que le han apoyado para llegar al poder. Y es que en el continente, sostuvo Montaner, hay una doble corrupción: "La que se produce en América Latina y la que se estimula desde fuera".
Para el ex ministro de Economía chileno Hernán Büchi, es urgente combatir la idea de que "el liberalismo ha fracasado" porque "muchas cosas no estarían al alcance de los ciudadanos si no hubiera habido esas reformas".
"Vivimos una ola de estatismo", advirtió por su parte el argentino Manuel Mora y Araújo.
Para este experto, Argentina "no es un país pobre" sino que tiene dos terceras partes de la población bajo mínimos. Y "si toda la política pública gira en torno a este problema (la pobreza), la crisis puede ser aún mayor", dijo Mora, partidario sobre todo de que el otro tercio de la población pueda recuperar la iniciativa y se integre nuevamente "en el mundo moderno".
El acto fue clausurado por el presidente del FIL, Mario Vargas Llosa, y contó con la asistencia de la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, y otros miembros del Gobierno y del Partido Popular (PP) de José María Aznar, incluida su esposa, Ana Botella.
Vargas Llosa improvisó un discurso en el que alertó que en América "vemos resucitar el viejo populismo y detrás de él una clara amenaza para la civilización y el progreso".
El autor de "La guerra del fin del mundo" fue especialmente duro con la corrupción institucionalizada y citó, como ejemplos, el régimen de Alberto Fujimori o el caso más reciente del ex presidente nicaraguense Arnoldo Alemán.
"Que Alemán se haya robado 50 millones de dólares, ¿no es algo prodigioso desde el punto de vista de un país miserable como Nicaragua?", se preguntó.
"Tenemos que adecentar la política" y expulsar a "verdaderos gangsters, bandidos, que entran en el gobierno a saquearlo, a enriquecerse", subrayó Vargas Llosa.
