SANTIAGO.- Un análisis de una serie de estudios, tanto nacionales como internacionales, realizados por los economistas Vittorio Corbo y Agustín Hurtado, del Centro de Estudios Públicos (CEP), concluyeron que de persistir retrasos en proyectos eléctricos la economía local crecerá casi un punto menos al año.
De acuerdo a los análisis, según publica "El Mercurio", de continuar esta situación el crecimiento económico se podría ver afectado en un 6% durante el período comprendido entre 2012 y 2019. En ese lapso, Chile dejaría de percibir US$ 27.743 millones, solo por la mencionada situación que enfrenta el sector energía.
El mayor impacto se produciría el próximo año, cuando el efecto anual ascendería a un 1,07% del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a US$ 4.620 millones. Esto es más de la mitad de lo que espera recaudar la reforma tributaria anualmente.
Esta cifra, en particular, es estimada en un artículo de Renato Agurto, Fernando Fuentes, Carlos García y Esteban Skoknic realizado en 2013.
Además, los investigadores del CEP señalan que si la situación continúa como está y no se destraban los proyectos de energía base -carbón, hidroelectricidad y gas- hasta 2019, esto podría implicar una disminución acumulada de 18% en la inversión privada, 9% en el consumo agregado y 8% en la generación de empleo.
Hurtado explicó que mientras menor sea el grado de sustitución de energía eléctrica y otros insumos, mayor es el impacto sobre la producción. Es decir, en un escenario normal, las firmas podrían sustituir la energía por más capital o más trabajo, pero cuando esto no ocurre el efecto es aún más contractivo para la economía, señala.
"Por su parte, los mayores precios de la electricidad se traspasan rápidamente a la inflación y a la inflación esperada, y la autoridad monetaria responde subiendo la tasa de política, el resultado puede ser más contractivo aún", señaló el análisis.
El economista añadió que cuando sube el precio de la electricidad, las empresas reasignan su producción hacia bienes que son menos intensivos en este insumo, y al producir otros bienes, disminuye la eficiencia o productividad en el corto plazo porque los recursos se emplean en sectores menos productivos.
"Como la electricidad es parte de los costos de producción de las firmas, al aumentar el precio aumentan los costos y, por tanto, disminuyen los márgenes. Entonces las empresas producen menos", añadió.
El análisis estableció que a nivel de plantas industriales, un aumento de 10% en el precio de la energía eléctrica merma la inversión en 2%, el nivel de empleo en 0,14%, y la productividad laboral -por unidad de trabajadores- en 1% y 2% en el corto y largo plazo, respectivamente.