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Mercados mundiales volverán a depender de bancos centrales en 2015

En un intento por reactivar la economía, desde hace varios años que los grandes bancos centrales han inyectado cuantiosas sumas de dinero en el sistema y han bajado los tipos de interés.

14 de Diciembre de 2014 | 09:19 | AFP
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PARÍS.- Los mercados mundiales, dependientes de las inyecciones de liquidez y desconectados de la realidad económica, tendrán que lidiar en 2015 con tendencias divergentes: mientras la Fed pisará el freno, la BCE podría acelerarlo y China abrirse más.

En 2015, "al igual que desde hace siete años, serán las intervenciones de los bancos centrales las que influyan en los mercados", resume Romain Boscher, responsable de la gestión de acciones en la agencia Amundi.

En un intento de reactivar la economía, desde hace varios años los grandes bancos centrales han inyectado cuantiosas sumas de dinero en el sistema, han bajado los tipos de interés a mínimos históricos y algunos han comprado a los actores del mercado algunos activos.

Las bolsas, constantemente irrigadas con esos flujos, han salido bastante airosas y la prima de riesgo de las deudas soberanas ha bajado, pero en la economía real, la situación no es tan de color de rosa. Wall Street ha logrado grandes subidas, Europa se prepara para terminar el año en alza pese a un crecimiento raquítico y la Bolsa de Japón ha subido.

En 2015, las cosas serán parecidas, salvo que la política de los bancos centrales cambie, dice Mathieu L'Hoir, estratega del banco Axa IM.

La Reserva Federal (Fed) estadounidense ha empezado a cambiar su política monetaria con la recuperación de la economía norteamericana y se espera que suba los tipos de interés en 2015. El Banco de Inglaterra opta por el status quo.

Los mercados buscarán en otras partes sus dosis de liquidez: el Banco Central Europeo (BCE) se dispone a hacer una entrada contundente a principios de año, sumándose al Banco de Japón (que compra muchos activos) e incluso el banco central chino ha empezado a bajar las tasas en noviembre.

"El BCE está atado de pies y manos y va a tener que hacer algo. Es urgente dada la evolución de la inflación", demasiado baja, predice L'Hoir.

Una nueva expansión cuantitativa del BCE beneficiará, sin duda, directamente a los mercados europeos, sobre todo que en general se acompaña del debilitamiento de la moneda, en este caso el euro, lo que dará un respiro a las empresas del continente.

"El centro de gravedad de los bancos centrales vuelve a Europa", que tiene un crecimiento decepcionante, según Boscher, para quien "la devaluación del euro debería dar un impulso visible en 2015 a los beneficios de las empresas".
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