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Israel es el país mejor preparado para una guerra biológica

Así lo informó el instituto israelí de Investigaciones Biológicas del pueblo de Nes Siona, que afirmó que las autoridades poseen un depósito lleno de antibióticos para tratar a personas que hubiesen sido afectadas por ántrax, motivo por el cual -previno- no es necesario que los adquiera la población por su cuenta.

01 de Noviembre de 2001 | 08:32 | EFE
JERUSALEN.- Israel está mejor preparado para afrontar una guerra con armas biológicas y químicas que Estados Unidos y Europa, según expertos del Instituto de Investigaciones Biológicas del pueblo de Nes Siona, que dirige Avigdor Shafferman.

Shafferman presentó un informe en ese sentido a los miembros del foro oficial encargado de la defensa civil israelí, que preside el primer ministro Ariel Sharón, informa hoy el diario Haaretz.

El experto israelí dijo que la amenaza más tangible es la del carbunco (ántrax), un bacilo que puede ser producido con relativa facilidad en un laboratorio, pero adujo que no tiene sentido vacunar a toda la población pues tiene distintas formas y la inoculación causa desagradables efectos secundarios en las personas vacunadas.

Shafferman informó de que las autoridades poseen un depósito lleno de antibióticos para tratar a personas que hubiesen sido afectadas por ántrax, motivo por el cual -previno- no es necesario que los adquiera la población por su cuenta.

Israel también cuenta con antídotos para el virus del ébola, que como el ántrax, puede producirse en laboratorios y que a través del aire causa una enfermedad altamente contagiosa, señaló Shafferman.

Las autoridades policiales informaron hoy de que buscan a los remitentes de dos sobres sospechosos, que contenían un polvo blanco como el que se emplea para difundir esporas de ántrax, y que se recibió el miércoles en la residencia del presidente israelí, Moshé Katzav, y en la oficina del primer ministro, Ariel Sharón.

El Gobierno estudia la posible adquisición de un equipo para detectar y neutralizar el ántrax en sobres y otros envíos postales por valor de cinco millones de dólares.
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