Richter Mercalli

A lo largo del tiempo, los científicos han ideado varias escalas que les permitan evaluar el tamaño de un movimiento telúrico o los daños que éste produce.

Los primeros intentos estuvieron dirigidos a medir intensidad, ya que no se disponía de instrumentos que pudieran registrar datos cuantitativos, sino sólo la vista humana que observaba los efectos del sismo, ya fuera éste un suave y casi imperceptible temblor o un terrible y devastador terremoto.

La primera escala fue creada en 1884 por Rossi y Forel, pero posteriormente fue eliminada. En la actualidad, los expertos cuentan con dos: la de Richter y la de Mercalli.

La primera da cuenta de la fuerza del movimiento, lo que está relacionado con la energía emanada durante el episodio.

La segunda, en cambio, mide los efectos que el temblor produjo en las personas y en todo el ambiente que las rodea, y sobre esa base clasifica los sismos en 12 niveles ascendentes en severidad.