Científicos de todo el mundo tienen puestas sus cabezas en desarrollar un sistema que permita anticiparse a la ocurrencia de sismos de gran magnitud, sin obtener hasta ahora resultados exitosos.

No obstante, sí ha habido intentos, como es el caso del proyecto "Neptuno" lanzado a fines de 2003 por Estados Unidos y Canadá. La iniciativa consiste en la construcción del mayor observatorio marino del mundo que –según los expertos- vaticinará terremotos y tsunamis en todo el planeta.

" Neptuno" se trata de una red de 3.000 kilómetros de fibra óptica con sensores y cámaras desplegadas desde la costa de la Columbia Británica (Canadá) hasta la del estado de Oregon en Estados Unidos. La idea es que cuando entre en funcionamiento, el dispositivo rodee completamente la placa Juan de Fuca, ubicada en la costa oeste norteamericana.

La "megainstalación" permitirá registrar movimientos telúricos sólo con décimas de segundo de anticipación, tiempo que si bien no es suficiente como para poner en alerta a la población, sí alcanza para apagar plantas de gas y electricidad, y así evitar grandes catástrofes.

Mientras tanto, los especialistas sólo cuentan con estadísticas que les permiten determinar ciertas zonas en las que existe la posibilidad de que ocurra un sismo.

A modo de ejemplo, los simólogos chilenos están convencidos de que de aquí al 2011 se producirá un gran terremoto en el norte y la zona central de Chile, que debiera ser similar al que sobrevino en 1878 entre Arica y Antofagasta.

Su teoría se basa primero en que como promedio cada cien años se produce un gran terremoto en el norte del país (el último fue en Iquique, en 1877) y, segundo, que durante 122 años se ha acumulado mucha energía en las placas y es necesario que se libere cuanto antes.

Según los expertos, el epicentro del gran sismo se ubicará entre Mejillones y Antofagasta. Tras el remezón –que como mínimo alcanzará los 8 grados en la escala de Richter, y provocará una falla de 450 kilómetros de largo entre el norte de Perú y Antofagasta-, vendrá un tsunami que inundará por completo el sector céntrico de Iquique, el barrio Chinchorro de Arica, el centro de Antofagasta y Mejillones, con intensidades que variarán de acuerdo a cada ciudad, dependiendo de si el epicentro del terremoto es más o menos cercano al mar.

Lo importante es prevenir

Sin restarle importancia a las hipótesis que puedan desarrollarse respecto a zonas susceptibles de sufrir un terremoto, los sismólogos prefieren centrar su atención más bien en la prevención.

En este sentido, y considerando que Chile es uno de los países más sísmicos del mundo, los expertos creen que es fundamental educar a la población acerca del tema.

Pero no sólo es importante prevenir, sino que también tener la capacidad de reaccionar de forma inmediata después de ocurrido el terremoto, para informar sobre su magnitud, la ubicación de su epicentro, etc., y organizar de la mejor manera la ayuda a los afectados.