En las técnicas de alta complejidad se encuentra la Fertilización in Vitro (IVF-ET) que consiste en estimular la poliovulación con medicamentos inyectables. Luego, en un procedimiento que requiere anestesia, se hace una aspiración transvaginal de los folículos, mientras que simultáneamente el hombre entrega su muestra de espermios.
Ya en un laboratorio, los óvulos y espermios son colocados en un medio de cultivo adecuado y se les deja en una incubadora por 24 horas; en este lapsus se observa cuántos óvulos han sido fertilizados y cuáles están en estado de pronúcleo o preembrión (sólo dos núcleos). Entonces, se resuelve si se congela un grupo de estos preembriones (criopreservación) y en las 48 horas siguientes, los demás que han avanzado a estado de embrión son transferidos a la cavidad intrauterina. Esta transferencia embrionaria no requiere de anestesia.
La fertilización in vitro, en Chile, registra tasas de embarazo de un 31%.
La otra técnica utilizada se denomina Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI), que se aplica sólo cuando el hombre tiene una baja concentración de espermios o éstos son de baja movilidad y morfología. Aquí se sigue el mismo procedimiento de la fertilización in vitro para la obtención de los gametos, pero a diferencia del IVF donde la fecundación es natural, en la ICSI se introduce el espermio dentro del óvulo.
La inyección intracitoplasmática de espermios registra un 34% de embarazos.
En las dos técnicas de alta complejidad descritas se puede utilizar la donación de gametos tanto de mujer como de hombre en caso de que ellos no los produzcan normalmente.
Además, en todas estas técnicas la madre requiere de apoyo con progesterona y estrógeno, durante los primeros meses (12 semanas), para ayudar a la anidación del óvulo fecundado. Las pruebas para verificar si el procedimiento dio o no resultado se realizan recién 12 a 14 días después de hecha la transferencia y se confirma mediante el test de embarazo sanguíneo.
El doctor Miranda aclara que la ciencia sólo ha logrado, hasta el momento, hacer la transferencia de gametos e incluso, provocar la fecundación del óvulo, pero la implantación o anidación de éste en el endometrio sigue siendo un fenómeno natural que no ha podido ser reproducido por la ciencia.
