Uno de los aspectos a considerar por las parejas que se someten a estos tratamientos es que hay una mayor posibilidad de que se generen embarazos múltiples y tal como señala el gineco-obstetra Enrique Oyarzún, jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico de la Universidad Católica, esto implica un mayor riesgo, porque todo embarazo gemelar (univitelino o mellizos; natural o por fertilización asistida) es “patológico por definición”.
Luigi Devoto confirma que la tasa de embarazos múltiples que maneja el IDIMI es de un 20%, cuando los embarazos gemelares naturales no alcanzan el 2%.
Para evitar embarazos múltiples, en Chile, se utiliza desde hace unos 4 a 6 años la criopreservación de pronúcleos y embriones, los cuales permanecen congelados (detenidos en su desarrollo) hasta que son implantados en la mujer. Este procedimiento se realiza para evitar implantar todos los óvulos fecundados y exponer a la madre y sus hijos a un embarazo múltiple de alto riesgo.
El sometimiento a frío no altera las cualidades del pronúcleo ni del embrión y por ello, el proceso se puede revertir con posterioridad. No obstante, Devoto afirma que para que el embrión no se altere en el proceso de congelamiento y descongelamiento, se debe contar con la infraestructura adecuada y un personal altamente capacitado.No hay evidencia científica que señale que la criopreservación aumenta las probabilidades de malformaciones. “La pérdida de pronúcleos y embriones congelados en su desarrollo posterior es similar a lo que ocurre con pronúcleos frescos”, agrega Devoto.
La criopreservación se rige por protocolos particulares de cada institución, donde se establece que los pronúcleos no serán desechados, se fija el plazo máximo que podrán permanecer congelados (generalmente 5 años) y se acuerdan los mecanismos para la donación en caso de que los padres no los vayan a utilizar.
El doctor Luigi Devoto aclara que el factor determinante en un proceso de fertilización asistida en una mujer dice relación con el envejecimiento de los óvulos y no del útero, razón por la cual, una mujer de 40 años puede obtener buenos resultados si los embriones transferidos derivan de una donación.