Según explica el gineco-obstetra Luigi Devoto, del Instituto de Investigación Materno Infantil, IDIMI, de la Universidad de Chile, las técnicas de fertilización asistida, por lo general, no se practican en aquellas mujeres que tienen su reserva ovárica disminuida, es decir, presentan una reducción en el número de ovocitos por lo que lo más probable es que el procedimiento no dé resultado. Esto se hace presente a la paciente, debido a que estas técnicas generan un fuerte desgaste psicológico en la pareja cuando fracasan.
Devoto indica que, por lo general, no se practican técnicas de fertilización asistida a mujeres mayores de 40 años por la razón anterior, además de existir un mayor riesgo de malformaciones por el factor etario.
Las mujeres que padecen alguna enfermedad crónica como hipertensión o problemas cardiovasculares, explica, se exponen, con estas técnicas, al mismo riesgo que aquéllas que se embarazan en forma natural y tienen estas mismas patologías. Sin embargo, en las técnicas de fertilización asistida se debe ser cuidadosos en el número de embriones a transferir por el riesgo de embarazo múltiple que sería un factor adicional de complicación en estas pacientes. Así, en vez de traspasar 3 embriones, como se hace habitualmente, sólo se transfieren uno o dos como máximo.
Dentro de los riesgos que se derivan de un procedimiento de fertilización asistida, Luigi Devoto menciona los embarazos ectópicos (fuera de lugar) o tubarios, cuya incidencia es mayor que la normal (1,5% versus 4%).
Otro riesgo de estos procedimientos, pero no exclusivos de las técnicas de fertilización asistida, es el Síndrome de Hiperestimulación Ovárica que se puede generar en el uso poco prudente de los fármacos inductores de la ovulación. Dicho síndrome, en su expresión más grave, se puede asociar a importantes trastornos cardiovasculares, respiratorios, renales y de coagulación. La causa de este problema hemodinámico se encuentra en una hiperestimulación ovárica no controlada y afecta entre un 4 a 5% de las mujeres en su forma moderada y de 1 a 2% en su forma severa.
Se debe tener en cuenta que, como en todo procedimiento quirúrgico, pueden derivarse complicaciones de la anestesia y la punción (aspiración de ovocitos). Devoto agrega que los riesgos de malformaciones y abortos son similares a los de un proceso de reproducción natural, excepto en los casos de embarazos múltiples, donde también aumentan los casos de partos prematuros.