Generalmente, señala Lema, se debe a procesos inflamatorios de la pelvis mal tratados o por traumas post quirúrgicos. También se puede deber a una peritonitis, donde las secreciones posibilitan que los órganos se adocen. En algunos casos, las adherencias pueden tener un efecto en la fertilidad de la mujer como cuando dejan atrapada una trompa de Fallopio.
El dolor pelviano fruto de adherencias puede ser diagnosticado vía laparoscopia o visualización directa y su tratamiento requiere de una cirugía que libere y seccione todas las adherencias de manera que puedan recuperar la anatomía normal.
La miomatosis responde a tumores benignos que se presentan en una de cada 5 mujeres, es decir, es el tumor más común en ellas. Se caracteriza por la formación de nódulos que se originan a partir de las mismas células musculares del útero por causas desconocidas (ver capítulo Patologías Anatómicas del Útero).
Su ubicación, tamaño y complicaciones determinan su sintomatología, o sea, algunos no provocan dolor y otros pueden provocar hemorragias y dolor. Esto va a determinar el tratamiento a seguir que es cirugía la mayor de las veces.
La adenomiosis es la endometriosis dentro del útero, o sea, el endometrio penetra el músculo del útero y se anida o enraíza. Esto provoca aumento del tamaño del útero y causa mucho dolor menstrual así como menstruaciones abundantes.
En general, explica el doctor Lema, la adenomiosis no tiene efecto en la fertilidad de la mujer y es una patología que aparece cuando se transita a la menopausia.
Su tratamiento puede ser con algunas terapias médicas destinadas a controlar la cuantía del sangrado (un DIU medicamentado que hace que el endometrio se atrofie) o la histerectomía (ver capítulo Histerectomía) cuando la adenomiosis está difundida por todo el cuerpo.
Una de las causas más comunes del dolor pelviano es la endometriosis, o sea, la presencia de endometrio fuera de la cavidad uterina. Debe tenerse en cuenta que en el endometrio es el tejido que reviste dicha cavidad y produce el sangrado menstrual.