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Enfermedades de transmisión sexual

Las del TGS, también denominadas Proceso Inflamatorio Pelviano, son producidas principalmente por:

 

a) gonorrea: producida por una bacteria da origen a la cervicitis y uretritis. Su presencia puede derivar en una posterior inflamación del cuerpo del útero, las trompas de Fallopio, los ovarios y el peritoneo. Puede ser asintomática o presentar un flujo vaginal purulento cuando es en el cuello del útero, mientras que en la uretra puede producir ardor al orinar o eliminación de pus.

 

Esta ETS es de importancia porque la infección del Tracto Genital Superior de la mujer puede derivar en infertilidad e incluso provocar una peritonitis, aclara Abarzúa, y aumenta el riesgo de embarazos ectópicos (fuera de la cavidad uterina).

 

b) chlamydias: tiene el mismo comportamiento que la gonorrea, pero es más frecuente que ella. Su principal secuela también es la infertilidad.

 

Existen otras dos enfermedades importantes de transmisión sexual:

 

a) sífilis: en sus etapas secundaria y terciaria. La secundaria produce fiebre, inflamación de ganglios y manchas rojas en la piel en distintas partes del cuerpo, pero, fundamentalmente, en la planta de los pies y palma de las manos. La terciaria tiene dos subtipos que producen compromiso cardiovascular o compromiso neurológico. La sífilis se trata con antibióticos.

 

b) VIH-Sida: se trata del virus de inmunodeficiencia adquirida que debilita a todo el organismo y lo hace incapaz de defenderse frente a otras enfermedades oportunistas. Hoy se ha logrado un buen manejo de esta enfermedad con la aplicación de una triterapia (drogas).

Efectos perinatales

 

La presencia de algunas de estas enfermedades en el cuerpo de la madre, señala el gineco obstetra Fernando Abarzúa, puede derivar en alguna lesión o enfermedad en el recién nacido.

 

Es así como la sífilis puede provocar una septicemia o una meningitis en el niño. El herpes genital, debido al contacto de la guagua al nacer con la lesión, también puede derivar en algún daño neurológico como la meningitis y eso se puede evitar realizando una cesárea si la madre presenta lesiones genitales al momento del parto.

 

La gonorrea y chlamydias provocan conjuntivitis en el recién nacido, mientras que el virus de la hepatitis B puede producirle un daño hepático crónico y cirrosis y el VIH, Sida.

 

Por este motivo, es sumamente importante que las mujeres se controlen cuando quedan embarazadas, ya que en algunos casos se administrar algún tratamiento destinado a disminuir las posibilidades de contagio antes o en el parto.

 

 

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