LA
PARTIDA
¿Qué hecho marca el inicio del rock & roll?
Hemos
aprendido a sospechar rápido de las celebraciones con olor a
mercadeo, y los bombos y platillos que hoy se desenfundan para conmemorar
los 50 años del inicio del rock & roll les parecen, a no
pocos, más opacos de lo debido.
¿Puede ponérsele una fecha exacta de nacimiento al género
musical más importante del siglo XX? Tenemos a Elvis, a Bill
Halley, a los Beatles, a Chuck Berry, a los Rolling Stones... ¿quién
de ellos tiene el derecho pleno a adjudicarse la paternidad del rock?
¿Si el rock & roll es negro, por qué celebramos hoy
a músicos blancos? ¿Es que nunca vamos a homenajear como
se debe a los blueseros pobres sin los cuales a Elvis no se le hubiese
ocurrido dar ni un paso de
baile?
Junto con los festejos por el medio siglo oficial del rock & roll,
en el mundo se inicia un debate sobre éstas y otras cuestiones.
A nadie le convence demasiado que el rock tenga una fecha exacta de
inicio, ni que los historiadores tengan derecho a obviar el aporte innegable
que los músicos negros venían haciendo en la música
popular ya desde fines de los años cuarenta. Sin embargo, alguien
tiene que marcar la línea de división para justificar
la fiesta. Y esa fecha se ha ubicado bien clara en julio de 1954.
Fue
entonces que coincidieron dos lanzamientos de real relevancia.
“Rock around the clock” fue el primer número
uno que consiguió el grupo Bill Haley and His Comets, una composición
que llegó a sus manos de parte del compositor James E. Myers
y que el sello Essex en un principio se negó a publicar (la canción
terminó saliendo después por Decca, como lado B del single
“Thirteen women”, y no alcanzó real difusión
hasta que se incluyó en la banda sonora de una película
llamada The blackboard jungle, en 1955). En tanto, “That´s
alright, mama” marcó el debut de un joven Elvis
Presley en la industria musical, un chico humilde de Mississippi que
a los 19 años se ganaba la vida como camionero, se obsesionaba
con la música sureña negra y probaba suerte como aficionado
grabando demos en los estudios del naciente sello Sun. Interesado en
el carisma de este chico blanco con feeling de negro, el ejecutivo
Sam Phillips lo metió a un estudio junto al guitarrista Scotty
Moore y el bajista Bill Black. Casi por accidente, el trío grabó
una versión para un viejo blues de Arthur Crudup, “That´s
alright, mama”. Una grabación lo suficientemente poderosa
para que Phillips lanzara la carrera de Presley. Como dicen en la tele,
el resto es historia.
Es cierto que estas canciones no fueron completamente novedosas (de
hecho, ni siquiera pertenecían a sus intérpretes), que
sintetizaron elementos que ya venían trabajando músicos
como Chuck Berry y Bo Diddley. Pero el rock & roll no es sólo
un asunto de estructura y códigos musicales, sino también
fenómeno social. Y, desde ese punto de vista, su surgimiento
es inseparable de su impacto. Los estudiosos pueden pasarse años
buscando grabaciones inéditas de músicos pobres e ignorados
con más o menos inventiva. Pero es innegable que el chispazo
social no se prendió hasta 1954, con Elvis Presley y Bill Haley
como los pirómanos irrefrenables de un incendio que ya no hubo
cómo apagar nunca más. La historia del rock & roll
es la historia de un género musical, pero también la de
un movimiento social que aterrorizó a las familias y liberó
a los estudiantes; es la historia de la guitarra eléctrica como
fetiche, y del guitarrista como héroe. De los santos paganos
que en menos de medio siglo animarían un credo alternativo bajo
los nombres de Lennon, Hendrix, Dylan, Reed y Cobain. Es la historia
de las oportunidades para miles de aficionados a la música que
confiaron en que el entusiasmo podía ser, a veces, más
importante que el talento.
Atención:
El próximo 5 de julio, las radioemisoras de todo el mundo están
llamadas a unirse para la transmisión simultánea de “That´s
alright, mama”, como forma de conmemorar los 50 años de
la grabación de ese single, el primero de Elvis Presley. La histórica
emisión será coordinada desde el centro de los estudios
Sun, el lugar exacto de la grabación original, donde se encontrará
Scotty Moore, el guitarrista que acompañó a Elvis en esa
sesión.
La revista Rolling Stone, en tanto, prepara para el próximo mes
una edición especial, que contará con textos especiales
escritos y firmados por Chuck Berry, Mick Jagger y Bono (U2), entre
otros invitados a contar su experiencia musical con sus ídolos.
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