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| Chuck
Berry Los grandes músicos que comenzaron a destacar en el género del rock & roll a partir de los años sesenta (Beatles, Rolling Stones, Beach Boys) coinciden en mencionar a Chuck Berry como el hombre que les dio el impulso final para dedicarse a la música, mucho más que Elvis Presley. Sin Berry no habría Jagger, Lennon ni Dylan. Sin Berry, es probable que Elvis se hubiese hecho famoso cantando suaves baladas de amor. Compositor, cantante, excepcional guitarrista y performer de innegable carisma, Charles Edward Anderson Berry (1926, St. Louis) tomó la guitarra eléctrica como un instrumento rítmico, acelerando las melodías que había aprendido del blues y jugando con las cuerdas con más ánimo de fiesta que de lamento. Desde muy joven se ubicó en el circuito de pubs de su ciudad natal, presentándose siempre ante audiencias afroamericanas, como él. Descubrió que la gente disfrutaba del blues, pero también de algunas melodías de hillbilly (música rural). Su primer grupo fue el Chuck Berry Trio, con residencia fija en el club Cosmopolitan. En un viaje a Chicago, Berry conoció a su ídolo, Muddy Waters, quien lo alentó a acercarse al sello Chess para un contrato discográfico. Con ellos grabó su primer single, “Maybellene” (1955), un éxito casi inmediato que incluso fue tomado por Elvis Presley para sus shows en vivo. El DJ Alan Freed fue quien más contribuyó a llevar la música de Berry a la audiencia blanca, estableciendo un puente hasta entonces inédito en Estados Unidos, y que ambos bordes cruzaron con gusto. Sin tener real conciencia del fenómeno cultural que animaba, el músico siguió desarrollando un trabajo que redondeó hits de modo imparable, incluyendo “Roll over Beethoven”, “Too much monkey business”, “Carol”, “Back in the U.S.A.”, "Little queenie", la inoxidable "Johnny B. Goode" y el himno de una época, "Rock & roll music". Con el dinero que obtenía, Berry invertía en bienes raíces y en un club para blancos y negros llamado Bandstand, que causó no poco escozor entre la comunidad más conservadora de St. Louis. Pero la bonanza económica le duró poco: la policía descubrió que una menor de edad empleada en el club ejercía también como prostituta, y Berry se fue a la cárcel dos años por su supuesta responsabilidad en el delito. Recién al salir de prisión se enteró que dos nuevos grupos británicos subían en los rankings con composiciones suyas. Se llamaban The Beatles y The Rolling Stones. La carrera de Berry nunca volvió al brillo incandescente del que gozó en los años cincuenta, pero su paso por la historia del rock ha sido un trayecto digno, respetado y lleno de colaboraciones con sus afamados discípulos. En 1987 apareció el documental Hail! Hail! Rock’n’roll, registro de su cumpleaños número 60 con el guitarrista Keith Richards como director musical y un desfile imparable de estrellas para homenajearlo. No hay músico de importancia que no idolatre a Berry y dejarlo fuera de las celebraciones de este año sería como una Navidad sin pesebre. Un
hit: “Johnny B. Goode”.
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