Conquista el Mundo

Junto con esa habilidad precoz e innata que demostró en las pistas, Valentino fue desarrollando una personalidad avasalladora e irreverente, haciendo sentir a todos, y sin tapujos, que era superior. El chico se divertía corriendo.

Cuenta el mito que el mismo Rossi decidió bautizarse como "Il Dottore" (El Doctor) luego de ver en la guía de teléfonos que muchos otros Rossi en Italia tenían como profesión la medicina. Además se encargó personalmente del diseño de su motocicleta, la cual llenaba de imágenes alusivas a su grandeza como piloto.



El italiano también se caracterizó por cumplir una serie de rituales previos a la disputa de un Gran Premio. En los pits Valentino se arrodilla junto a su moto y toma con su mano uno de sus pedales. En ese minuto le conversa, se comunica con ella, como él mismo lo ha explicado. Para Rossi la motocicleta es mucho más que un vehículo, es la mitad de su vida, la mitad de lo que ha logrado.

Otra de las cábalas la cumple en la vuelta de calentamiento. En la última curva antes de ubicarse en la grilla de largada, Rossi se yergue sobre la moto y se acomoda el traje que usa para correr a la altura de trasero. Sí, tal como si le molestara o picara algo...

Aunque suena divertido, tanta superstición sin duda le ha ayudado. Desde que debutó en el campeonato mundial de motociclismo de velocidad, en 1996, el italiano confirmó todas las promesas juveniles. Ese año terminó 11°, pero obtuvo su primer GP en la República Checa.



En 1997 llevó a su Aprillia 125cc. a lo más alto del podio en once ocasiones, lo que le permitió conseguir su primer título mundial. De paso se proclamó como el piloto más joven en la historia del motociclismo en lograr un campeonato del Mundo. Ya con el máximo honor en el currículo, Valentino ascendió a la categoría 250cc. Dos años le bastaron para "echársela al bolsillo". En 1999 ganó nueve grandes premios y comenzó a ser protagonista del mundo tuerca.

Tras el segundo campeonato mundial, en 2000 dio dos trascendentales pasos: cambió su Aprilia por una Honda y saltó de 250 a la categoría reina: 500cc. De inmediato demostró que se la podía. Fue subcampeón ganando dos GP. Como un reloj suizo, al segundo año en la máxima clase (2001) consiguió la tercera corona mundial.

Los cambios de categoría en nada afectaban a Rossi, estaba claro. Los cambios de motocicleta, tampoco. Al contrario, el piloto italiano parecía sentirse cada vez mejor mientras más cilindrada tuviera su máquina. Es por eso que la creación de MotoGP (motos de cuatro tiempos, 990cc, que reemplazaron a las 500cc.) no le vino nada de mal a "Il Dottore".

Era ya tanta la experiencia a cuestas y la habilidad desarrollada que ya no era necesario esperar un año antes de ganar. A bordo de la potente Honda de 4 tiempos, conquistó los campeonatos 2002 y 2003. Y el año pasado, Valentino Rossi volvió a inscribir su nombre en lo más alto. El italiano es, hasta hoy, el único piloto que ha conquistado la MotoGP, la máxima categoría en motos de velocidad.

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