![]() |
| La gente parecía entusiasmada, pero sólo el frío de la Quinta Vergara explica la paralización del sentido crítico de los presentes. A más de cinco años de la muerte del carismático Michael Hutchence, la banda australiana llegó a Chile con su repertorio de los años 80 interpretado por un gordito tieso (Jon Stevens), incapaz de una mínima empatía. A la mitad del show el grupo realizó un patético homenaje al fallecido cantante, interpretando “Never tear us apart” mientras la pantalla gigante mostraba imágenes de quien, seguramente, en ese momento se sacudía en la tumba. Uno se pregunta ¿para qué siguen estas bandas luego de que su líder muere? Y la respuesta es clara: para conseguir unos pocos aplausos en un país del cual no saben nada, como Chile. |
|
|