Es de esperar que el cantante italiano tenga este año, en su segunda venida, más sentido de la vergüenza que el que ostentó en 1980. A pesar de una paga récord para los invitados internacionales, Tozzi subió al escenario y cantó con el micrófono apagado, moviendo los labios según le dictaba el "playback". Así, ni “Gloria” aguanta.
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