El Departamento de Justicia de Estados Unidos decidió abrir una investigación contra los fabricantes de vehículos Ford, BMW, Volkswagen y Honda luego que estos acordaran con el estado de California no reducir los estándares de emisiones de gases contaminantes de sus autos y rechazar la propuesta del presidente de Donald Trump quien es partidario de eliminar estas restricciones acordadas durante la administración Barack Obama.
El departamento intenta determinar si el acuerdo alcanzado por las compañías, que venden en conjunto el 30% de los autos nuevos en el país del norte, afecta la competencia del sector al eludir la decisión del Ejecutivo que busca hacer menos exigentes la normas ambientales para reactivar el sector.
"Honda cooperará con el Departamento de Justicia acerca del reciente acuerdo sobre emisiones entre el estado de California y diferentes fabricantes de automóviles, incluido Honda", dijo por correo electrónico un portavoz de la compañía japonesa.
"Hemos recibido un pedido (de información) del Departamento de Justicia y responderemos apropiadamente", dijo por su parte un portavoz de BMW.
La investigación del gobierno federal constituye una escalada de las tensiones entre la administración Trump y California, enfrentados por temas ambientales.
Mientras California quiere conservar los ambiciosos objetivos que fijó el anterior presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre las emisiones de CO2, Donald Trump propuso en 2018 anular esa reglamentación prevista para el período 2017-2025.
Según toma el sitio TheVerge.com el acuerdo de las automotrices con el estado de California simplemente "enfureció" al presidente Trump, quien respondió convocando a otros fabricantes de automóviles, General Motors, Fiat Chrysler y Toyota, a la Casa Blanca para presionarlos a seguir el plan de su administración.
El CEO de GM, Mary Barra, se reunió con Trump el jueves y calificó la reunión de "productiva y valiosa".
Ahora, la investigación antimonopolio impulsada por el Departamento de Justicia aumentará la presión sobre toda la industria automotriz que ha quedado atrapada entre la administración Trump, que quiere permitir que las compañías automotrices fabriquen vehículos más sucios, y California, que tiene la capacidad de establecer sus propios estándares de protección ambiental desde que se estableció la Ley de Aire Limpio en 1970.
No obstante, La administración de Donald Trump ha estado tratando de revocar el derecho de California a establecer sus propias reglas. Una docena de estados siguen el liderazgo de California en cuanto a las normas de emisiones, y Canadá también ha estado de acuerdo recientemente.
