El fabricante de vehículos japonés Subaru se robó la atención de la industria al patentar una futurista motocicleta voladora cuyo funcionamiento se inspira en los vehículos de despegue y aterrizaje vertical, también conocidos como VTOL, por sus siglas en inglés, y que en los últimos años han alcanzado un importante desarrollo, especialmente los propulsados por electricidad.
Según reveló el sitio Motorcycle.com, la firma nipona realizó los trámites de inscripción ante las autoridades competentes de Estados Unidos donde entregó una serie de bocetos y descripciones de su idea de vehículo “terrestre y aéreo” de dos ruedas.
En los bosquejos básicamente se observa una motocicleta con diseño convencional dentro de un fuselaje similar al de un pequeño avión impulsado por dos hélices, más un rotor trasero.
Según se desprende de los antecedentes entregados por Subaru, para alzar vuelo el vehículo extiende sus alas con las hélices hacia arriba, lo que permite su despegue y aterrizaje vertical.
Una vez en el aire, las alas giran horizontalmente para adoptar la configuración de un avión tradicional y permitir su movimiento ayudado además por el rotor de cola.
Al mismo tiempo, las ruedas de la moto se esconden en el interior del fuselaje para mejorar la aerodinámica. Al aterrizar, las alas de la moto voladora se pliegan hacia los laterales del piso para funcionar como una moto convencional.
A diferencia de otros desarrollos de VTOL que han optado por una motorización 100% eléctrica, esta motocicleta fue pensada para utilizar un bloque de combustión interna.
Según detalla el sitio periodismodelmotor.com, este propulsor térmico será el encargado de generar la energía que impulsa las ruedas. Mientras tanto, los controles de vuelo se fusionan con los mandos de la moto, que además ofrecería un modo de piloto automático para que su conductor pueda centrarse exclusivamente en los giros, la velocidad y la altitud.
Subaru es conocido, agrega el sitio especializado, por ser un fabricante con ideas poco convencionales. De hecho, la compañía cuenta con una división aeroespacial que trabaja con Boeing y las fuerzas militares japonesas.
Estas sociedades le entregan la suficiente experiencia para el desarrollo de nuevos e innovadores vehículos que parecen haber sido sacados de películas de ciencia ficción, pero que en un futuro cercano podrían ser toda una realidad.