El fabricante de vehículos chino Chery no sólo quiere afianzar su posición como una de las principales marcas del gigante asiático, sino que además apuesta por reinventar la experiencia de compra de automóviles, acercándose a las generaciones más jóvenes, con la presentación del Mornine, un llamativo robot humanoide diseñado para asistir en salas de exposición y ventas.
La revelación se realizó durante el Salón del Automóvil de Shanghái, donde la compañía delineó además sus planes para incorporar tecnología avanzada en sus concesionarios.
Según explicaron, Mornine no es un simple asistente digital. Diseñado con forma humana, cabello largo postizo y una llamativa figura femenina, el robot puede caminar, servir bebidas y responder preguntas sobre especificaciones técnicas de los vehículos gracias a un sistema de inteligencia artificial denominado DeepSeek.
El precio estimado este robots ronda los 60.000 dólares y Chery espera entregar hasta 220 unidades de Mornine a concesionarios este año. Por el momento, la compañía ya tiene un ejemplar operando en una sala de exposición en Malasia.
La empresa considera que esta innovación podría atraer especialmente a los compradores más jóvenes, interesados en experiencias tecnológicas y de ahí su apuesta por el desarrollo de estos asistentes humanoides.
Este proyecto, dijeron, forma parte de un plan más ambicioso. Zhang Guibing, presidente de Chery International, explicó que su objetivo es expandir el negocio de robótica de la marca, conocido como Aimoga, hasta convertirlo en el núcleo principal de la empresa, por encima del negocio automotriz.
Además de Mornine, Chery también ha desarrollado un perro robot, pensado para quienes no pueden tener una mascota tradicional o simplemente prefieren evitar sus cuidados.
La visión de la compañía se alinea con una tendencia creciente en la industria: Tesla, Hyundai y Mercedes ya han dado pasos en el desarrollo y uso de robots para tareas industriales y de atención.