Así quedó el rostro del defensor.
EFE
SANTIAGO.- Con fractura de tabique nasal y fuera de las canchas por al menos dos semanas. Así terminó el clásico de Madrid para Sergio Ramos, quien debió abandonar en el descanso dicho partido tras ser víctima de una brutal patada en el rostro del defensor del Atlético Lucas Hernández.
La imagen del golpe es impactante. Más aún lo que ocurrió después, cuando se ve al central "merengue" sangrando abundantemente producto del impacto.
Sin embargo, fue el propio capitán del cuadro de la capital española quien salió a desdramatizar la situación, publicando un aguerrido y potente mensaje a través de su cuenta de Instagram.
"Volvería a sangrar una y mil veces más por este escudo y esta camiseta. Gracias a todos por el cariño y apoyo. En nada, de vuelta", escribió Ramos en dicha red social, acompañando una imagen suya mientras era atendido por el cuerpo médico del Real.
La divulgación del zaguero va en agradecimiento a los hinchas "merengues" que lo alabaron por la arriesgada acción que protagonizó en dicho encuentro, y que en definitiva le costó romperse la nariz.
Sin embargo, dicha jugada también tuvo una importante polémica. Al haber sido en el área la infracción, los jugadores del Real exigieron penal. No obstante, el juez se hizo el desentendido y el juego continuó, el que finalizó empatado 0-0.
