El presidente del Banco Central,
Mario Marcel, presentó este miércoles el último Informe de Política Monetaria (IPoM) del año ante la Comisión de Hacienda del Senado. En sus palabras, destacó que se trata de un informe prácticamente sin precedentes, que se da en un año marcado por "una crisis de magnitudes e impactos que el mundo no había conocido en décadas".
Así, después de exponer el escenario base con el que trabaja el ente rector para sus proyecciones, donde estima que la economía se desplomará entre un 5,75% y 6,25% este año para luego repuntar entre 4,5% y 5,5% el 2021, Marcel hizo una serie de reflexiones finales que reflejan lo inédito e incierto del panorama actual.
Se trata de "una crisis distinta a cualquier ciclo recogido en la literatura o documentado en la historia económica, donde el golpe sobre la actividad productiva, las empresas, el empleo y los hogares, fue inmediato, masivo y simultáneo", sostuvo el presidente del Central.
En esa línea, destacó que la economía chilena sufrió un impacto en dos planos: primero, "a través de un severo empeoramiento de las condiciones externas, causado por el deterioro del resto de las economías del mundo"; segundo, "con el impacto directo de las medidas de distanciamiento social sobre la actividad local".
Para aterrizar el golpe, Marcel comentó que entre el primer trimestre y mediados del segundo, el precio del cobre llegó a perder del orden del 20% de su cotización, la actividad se contrajo 17% y se perdieron 1,8 millones de empleos. "La pérdida de actividad, en su magnitud, es comparable con lo que ocurrió a comienzos de los ´80, aunque en un lapso mucho más breve de tiempo", dijo.
"Pero no fue todo", agregó. "Al inicio de la crisis provocada por el covid-19, nuestra economía recién intentaba recuperarse de los impactos de la crisis social que irrumpió en octubre de 2019", donde muchas empresas se vieron obligadas a cerrar y cerca de 70 mil trabajadores perdieron sus empleos asalariados.
"La crisis social elevó significativamente la incertidumbre, lo que deterioró el riesgo país, debilitó nuestra moneda, depreció diversos activos y puso en cuestión decisiones de inversión, desarrollo y empleo en muchos sectores de la economía"
Mario Marcel
Con la combinación de estos dos shocks inéditos, ambos originados en factores no económicos, el déficit fiscal previsto para 2020 pasó de 2% del PIB a algo más del 8%: "Con estos recursos se han financiado transferencias a cerca de 8 millones de personas y dispuestos garantías para 270 mil créditos a empresas pequeñas y medianas".
Por el lado de lo hecho por el Central, Marcel enumeró la serie de medidas adoptadas, entre ellas las 'no convencionales', orientadas a ampliar el estímulo monetario y estabilizar los mercados financieros. "Estas medidas han comprometido recursos equivalentes a más de 20% del PIB, duplicando el tamaño del balance del Banco", detalló.
Según Marcel, "estos esfuerzos han valido la pena" y han provocado, entre otras cosas, que la caída de la actividad se detuviera en junio y que en los cuatro meses posteriores se haya recuperado más de la mitad de lo retrocedido en los cuatro meses previos. Lo anterior, revela que "ha sido la crisis con el período más breve de contracción y, por tanto, con una recuperación más inmediata". De hecho, las perspectivas para Chile se comparan favorablemente con las de muchos de sus pares, mostró en gráficos el presidente.
Las advertencias de Marcel
Pero más allá del optimismo mostrado ante los senadores hasta este punto, Marcel hizo énfasis en el reconocimiento de las características, sesgos y limitaciones de la recuperación que se viene observando. Así, subrayó que si bien el shock del covid-19 afectó de manera transversal a la economía, en el repunte ha habido una alta homogeneidad entre los sectores más afectados.
"La recuperación está siendo acompañada por presiones locales de precios, riesgos latentes de insolvencias y una recuperación precaria del empleo"
Mario Marcel
"En otras palabras, esta es una recuperación aún muy desequilibrada, con fricciones, desajustes, cuellos de botella y riesgos importantes, todo lo cual puede comprometer no sólo la velocidad de la misma, sino también la capacidad de retomar un ritmo de crecimiento cercano al tendencial en plazos más largos", advirtió.
Luego, evidenció: "Respecto de lo que se proyectaba en septiembre de 2019, la combinación de la crisis social y la crisis del covid-19 habrán hecho perder casi 10% del nivel del PIB hacia el año 2022".
Es que entre septiembre del año pasado y el mismo mes de este año, las empresas elevaron su endeudamiento en 16 puntos del PIB; la capitalización de la bolsa se redujo en algo más de 25 puntos del PIB, el Gobierno ha utilizado sus fondos soberanos y emitido nueva deuda hasta elevarla en términos netos en casi 8 puntos del PIB; y los hogares habrán reducido sus ahorros previsionales en cerca de 10 puntos del PIB cuando se complete el segundo retiro de fondos, según los cálculos del ente rector.
"Senadores, haber superado el peor momento de la crisis no puede llevarnos a ignorar o postergar los desafíos que impone día a día la recuperación. La liquidez que va a provocar el retiro de ahorros previsionales no debe generar una sensación artificial de abundancia, porque, como sabemos, con ello solo se están ocupando ahorros que más adelante van a hacer mucha falta"
Mario Marcel
Y si bien Marcel remarcó que sus aprensiones no suponen "poner en duda la recuperación de la economía" dado que es "indudable que lo peor de la crisis ya pasó y que se ha evitado un daño aún mayor", remarcó que "tenemos que preocuparnos de los desafíos que la misma recuperación nos va imponiendo".
Así, después de enumerar la serie de tareas que quedarán pendientes y que trascienden de las acciones que pueda tomar el Banco Central, Marcel enfatizó que "un momento como este es el menos oportuno para la autocomplacencia".
"Senadoras y senadores: haber superado el peor momento de la crisis no puede llevarnos a ignorar o postergar los desafíos que impone día a día la recuperación. La liquidez que va a provocar el retiro de ahorros previsionales no debe generar una sensación artificial de abundancia, porque, como sabemos, con ello solo se están ocupando ahorros que más adelante van a hacer mucha falta", dijo en la sesión.
Y concluyó: "No se ha descubierto ninguna panacea para la recuperación y la economía tampoco se ajustará automáticamente. No hay camino fácil para enfrentar los desafíos que vienen, y no hay espacio para malas decisiones. Por el contrario, el trabajo bien planificado y coordinado es indispensable para hacer frente a los desafíos mencionados en una economía que saldrá de este episodio con notorias cicatrices".
