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Economistas del GPM llaman a "frenar los reajustes salariales" para controlar la fuerte inflación que golpea a Chile

Los expertos que integran el Grupo de Política Monetaria recomendaron moderar los incrementos de las remuneraciones, y así evitar que la escalada de precios se torne en una suerte de "espiral inflacionaria" en el país.

07 de Junio de 2022 | 08:13 | Por Ignacia Munita C., Emol
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Aton.
Que la tormenta inflacionaria, que afecta tanto a Chile como al mundo entero, se escape de las manos por cierto que preocupa, sobre todo por las posibilidades de que esta no ceda ante las medidas impulsadas para mitigarla.

Por un lado, la pandemia produjo profundas distorsiones tanto en la oferta como en la demanda, dejando en evidencia las debilidades que rodean a las cadenas de suministro globales. Pero la guerra en Ucrania también ha incidido en el dinamismo de la economía mundial, por medio de ocasionar más cortes en las rutas de abastecimiento, además de nuevas –y pronunciadas– alzas en los precios internacionales de materias primas y alimentos esenciales.

En Chile, por ejemplo, la escalada de precios anualizada alcanzó la potente cifra de 10,5% en abril , su mayor nivel desde agosto desde 1994 -mañana se conocerá el dato de mayo, el que seguramente mostrará una agudización del problema-, y considerando que la tendencia a alcanzar este tipo de récords es generalizada a nivel mundial, el debate entre los distintos bancos centrales radica en qué tan agresiva puede seguir siendo la política monetaria para controlar la inflación, sin que ello afecte demasiado a una economía global que vivirá una inminente desaceleración este año y el próximo.

Y es que el desanclaje de las cifras inflacionarias –bastante alejadas del rango meta fijado por el Banco Central, en torno a 3%– elevan el riesgo de caer en un círculo vicioso, provocado por los denominados "efectos de segunda vuelta".

Por lo mismo, el Grupo de Política Monetaria (GPM) convocado por Universidad de Chile, e integrado por los economistas Tomás Izquierdo, Eugenia Andreasen, Carlos Budnevich y Juan Pablo Medina, hizo un llamado a "frenar los ajustes salariales" para controlar la fuerte inflación que golpea a nuestro país.

Así, además de recomendar al Banco Central elevar la tasa rectora en 125 puntos base, para llevarla desde el 8,25% actual a 9,5% en el encuentro que, tradicionalmente, el GPM lleva a cabo antes de que la entidad presidida por Rosanna Costa dé a conocer las conclusiones de las Reuniones de Política Monetaria (RPM), los expertos pusieron el foco en los salarios.

En el comunicado publicado este lunes, el Grupo detalla que el mercado laboral "ha continuado mostrando dinamismo con un empleo que creció anualmente 8% y 9% en marzo y abril, respectivamente. Del mismo modo, la tasa de desempleo se ha mantenido por debajo de 8% desde fines del 2021. Por su parte, los salarios nominales vienen acelerándose gradualmente desde mediados del 2020".

No obstante, advierten que "para evitar una persistencia mayor de la elevada la inflación actual será necesario observar una moderación en este dinamismo de los salarios. Sin embargo, hasta el momento no es evidente aún si la dinámica salarial está moderándose en el margen".

Ocurre que el tema de bajar el dinamismo de los aumentos salariales suele ser uno de los principales problemas de países que conviven con alta inflación, dada la impopularidad de la medida y las complicaciones que ello acarrea para las familias. Sin embargo, los expertos bien saben que ajustar sueldos acorde con aumentos excesivos en los precios de la canasta básica no es recomendable si es lo que se quiere es controlar la inflación.

Por el contrario, aquello está entre los principales factores que generan la persistencia de esta en el tiempo.

Esto, ya que los efectos de segunda ronda implican un traslado de precios de la empresa a los consumidores finales, que, de concretarse sin tener en cuenta la productividad, podría traducirse en una espiral de precios, aumentado la inercia inflacionaria.

Al respecto, Juan Pablo Medina, quien también es profesor asociado de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, comentó que "si bien para la estrechez del mercado laboral importan los salarios nominales, lo que uno no quiere es que por cláusulas de indexación hayan efectos de segunda vuelta por la parte de los salarios".

Y explicó que "en el margen, siempre cuando hay un alza inflacionaria, los salarios reales van a crecer porque los salarios van un poco más rezagados. Lo que uno no quiere, en el fondo, es que ese fenómeno inflacionario signifique que, como los salarios se ponen al día, después cuando la inflación viene para abajo, los salarios sigan hacia el alza. Eso es lo importante, que haya una moderación de los salarios".

"Creo que no es algo que en el margen uno vea todavía, pero es un signo a estar atento, a ese efecto de segunda vuelta que podría haber por un mercado laboral que tiene estos indicios de estar un poco mejor", advirtió.

Una postura que comparte el economista y académico del ESE Business School de la Universidad de Los Andes, Carlos Budnevich, quien apuntó que "para evitar que este desborde inflacionario se torne en una suerte de espiral inflacionaria, es muy importante el tema de frenar de alguna manera esos reajustes salariales que pueden hacer que eso pueda persistir en el tiempo".

"Ahora si están escritos en los contratos, nada que hacer, pero sí puede ocurrir, y puede ser peligroso, que aquellas demandas de hacer más continuos esos reajustes pueda tener un efecto más de persistencia en la inflación", añadió.

A su vez, Tomás Izquierdo, gerente general de Gemines Consultores, mencionó que "en la medida que la economía chilena, que tenía una larga tradición inflacionaria y ayudó a que en alguna medida los salarios estuvieran bastante indexados a la inflación pasada, si uno viene de un periodo de inflación alta, y quiere bajar la inflación, en esta caso por debajo del 4% dentro del rango meta, el hecho de que los salarios sigan acusando la inflación indexada anterior, que es más alta que la meta, evidentemente, no ayuda a la convergencia a los niveles de inflación deseada, genera un rezago mayor en que logremos eso".

Proyecciones

Ahora bien, la economista y académica de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Eugenia Andreasen, puso paños fríos sobre este escenario, al plantear que "pensando en un par de meses para delante, uno podría esperar por lo que son las dinámicas en el mercado laboral en sí, esta presión se afloje un poco, porque se debería seguir dando este proceso de recuperación de la participación laboral".

"Para evitar que este desborde inflacionario se torne en una suerte de espiral inflacionaria, es muy importante el tema de frenar de alguna manera esos reajustes salariales que pueden hacer que eso pueda persistir en el tiempo. Ahora si están escritos en los contratos, nada que hacer, pero sí puede ocurrir, y puede ser peligroso, que aquellas demandas de hacer más continuos esos reajustes pueda tener un efecto más de persistencia en la inflación"

Carlos Budnevich, ecoonmista del GPM
"Todavía hay muchos trabajadores que no han vuelto, mientras que la desaceleración que está presentando la economía probablemente reduzca las presiones por el lado de la demanda de trabajadores, y eso podría suavizar un poco los efectos que se generan específicamente por el mercado laboral sobre las presiones salariales al margen de estos efectos de segunda vuelta".

Izquierdo, por su parte, explicó que "en el segundo semestre vamos a tener, simultáneamente, una menor necesidad de trabajo por parte de las empresas en un contexto recesivo y de caída de la inversión, y gran presión por parte de los trabajadores que se hayan retirado de la fuerza de trabajo y que vuelven a la fuerza de trabajo, cuando los ingresos extraordinarios con que contaron los últimos dos años tienden a acabarse".

"Estamos hablando del orden de 480 mil personas, si llegáramos a la tasa de participación que teníamos previo a la pandemia que, eventualmente, en los próximos trimestres podrían reincorporarse al mercado laboral, entonces la suma de más gente buscando trabajo y menos trabajo solicitado por parte de la economía real va a aliviar ese tema salarial y, probablemente, vamos a tener que los salarios van a tender a disminuir en su crecimiento nominal. E incluso pueden llegar a no crecer en términos nominales si es que la situación del mercado laboral es muy compleja", concluyó.
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