El empresario indio Gautam Adani llegó a ser la tercera persona más rica del mundo, con un patrimonio estimado de US$121.000 millones, según el índice de multimillonarios de Bloomberg, siguiendo en la lista al fundador y CEO de Tesla, Elon Musk, y Bernard Arnault, cofundador, presidente y CEO de LVMH.
El magnate entró al selecto círculo gracias al auge que su fortuna, ligada a Grupo Adani,
un conglomerado multinacional involucrado en el desarrollo y las operaciones portuarias en India, ha experimentado en los últimos años.
De hecho, hasta mediados de noviembre, se estimaba que sus propiedades superaban los US$125.000 millones, lo cual es dos veces el Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay en 2021.
Sin embargo, en una semana, el valor de mercado de las diez firmas del Grupo Adani que cotizan en la bolsa se ha esfumado en US$92.000 millones, mientras que los rendimientos de los bonos de algunas de estas sociedades han llegado en ocasiones a niveles alarmantes.
Acusación de fraude
El derrumbe del imperio industrial de Adani comenzó el 24 de enero recién pasado, cuando Hindenburg Research, una pequeña empresa de inversión neoyorquina, publicó un informe en el que acusaba a la firma de llevar a cabo "la mayor estafa de la historia empresarial".
El documento denunciaba el uso indebido de paraísos fiscales y la manipulación de acciones por parte del grupo. También planteaba dudas sobre el elevado endeudamiento y las valoraciones de siete empresas de Adani que cotizan en bolsa.
El grupo negó las acusaciones, afirmando que la versión de los vendedores en corto sobre la manipulación de acciones "no tiene base" y se deriva de la ignorancia de la legislación india. Es más, a los pocos días Adani publicó una refutación de 413 páginas en la que calificaba el informe de Hindenburg de "absoluta mentira" y de "ataque calculado" contra la propia India, afirmando que siempre había "cumplido todas las leyesW.
Con todo, las acciones del conglomerado portuario se desplomaron el miércoles, profundizando la caída de los títulos de sus empresas a US$86.000 millones -una quinta parte de su valor-, debido al informe del operador de ventas estadounidense, lo que hizo que incluso provocó que el multimillonario perdiera el título de la persona más rica de Asia, y se lo cediera al multimillonario
Mukesh Ambani.
Eso sí, la empresa de Gautam Adani anunció este jueves la cancelación de la masiva venta de acciones de oferta secundaria un día después del cierre de las operaciones, con el 100% de las suscripciones, tras reportar pérdidas de más de US$50.000 millones.
"El mercado no ha tenido precedentes y el precio de nuestras acciones ha fluctuado en el transcurso del día. Dadas estas circunstancias extraordinarias, el directorio de la compañía consideró que seguir adelante con la emisión no sería moralmente correcto", indicó Adani en un comunicado publicado pasada la medianoche del miércoles.
En este sentido y citando el interés de los inversionistas, para protegerlos de posibles pérdidas financieras, "la junta decidió no seguir adelante con la FPO", añadió.
La decisión de la sociedad implicaba la devolución del dinero de los inversionistas que adquirieron acciones en la oferta pública de seguimiento, por más de US$2.000 millones, hecha entre el 27 y el 31 de enero.
"A pesar de la volatilidad de las acciones durante la última semana, su fe y creencia en la compañía, su negocio y su gestión ha sido extremadamente tranquilizadora y aleccionadora", sostuvo.
Así las cosas, es difícil creer que los grandes proyectos de construcción nacional de Adani no se verán afectados. Entre 2023 y 2027 se prevé que su grupo invierta más de US$50.000 millones. Está construyendo un nuevo aeropuerto cerca de Bombay, gastará un total de US$5.000 millones en tres puertos marítimos y planea construir una acería de US$5.000 millones en asociación con Posco, un conglomerado surcoreano.
