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Desde suspensión de vuelos hasta dependencia china: Los efectos secundarios de la crisis de dólares en Argentina

El país vecino enfrenta un escenario de elevada incertidumbre, con una inflación superior al 100% interanual, un Banco Central sin reservas, dificultades para acceder a créditos internacionales y profundas tensiones políticas.

13 de Junio de 2023 | 08:00 | Por Ignacia Munita C., Emol
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El Mercurio
Cuando el termómetro del tipo de cambio en Argentina salta, el nerviosismo se apodera de los mercados y también abunda en despachos oficiales.

Y es que en los últimos años, el peso en la nación trasandina ha sufrido diversos episodios de devaluación acelerada, con procesos de mayor o menor duración y profundidad, además de una onda expansiva que en algunos casos llevó a las autoridades a recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), e incluso derivó en la salida de funcionarios de alto nivel.

A un lustro de la primera crisis cambiaria bajo el mandato de Mauricio Macri, la economía argentina enfrenta un escenario de elevada incertidumbre, producto de un variopinto mix de factores que incluyen una inflación superior al 100% interanual, un Banco Central que ha virtualmente agotado sus reservas y que recibe muy pocos ingresos del llamado "dólar agro" debido a la crisis exportadora en el sector -agravada por la sequía-, las dificultades para acceder a créditos internacionales debido a su largo historial de deudas impagas, y tensiones políticas al interior de la coalición gobernante: el Frente de Todos.

Todo esto ha llevado al tipo de cambio oficial a depreciarse a un ritmo récord, habiendo perdido en torno a un 20% de su valor en los primeros cuatro meses del año.

Nada de esto, sin embargo, es nuevo en Argentina, sino más bien la repetición de un libreto conocido que ha llevado al país vecino a vivir una continua crisis económica de variable intensidad en lo que va del siglo. Con todo, los efectos colaterales de esta tensión cambiaria, y sus efectos económicos, ya se han hecho sentir.

Golpe al sector transporte

Hace unos días se reveló que la naviera Transbordadora Austral Broom S.A. (Tabsa) impuso condiciones de pago en dólares y en efectivo a empresas argentinas por cruzar en sus naves el estrecho de Magallanes. Mientras que los particulares podrán pagar con tarjetas de crédito o pesos chilenos.

La modalidad, que comenzará a regir el 16 de junio próximo y fue adoptada a propósito de montos impagos que adeudan las firmas trasandinas que cruzan el estrecho por US$2 millones. Según explicó a El Mercurio Cristóbal Kulczewsky, gerente general de la naviera Tascam, dicha situación se habría originado "por una disposición del Banco Central de Argentina, que exige que toda remesa de dólares al extranjero debe ser aprobada por ese organismo".

En ese sentido, remarcó que "la cadena de pagos es fundamental para que podamos continuar ofreciendo nuestro servicio y cumpliendo nuestras obligaciones con nuestros empleados y proveedores".

Por otro lado, fue la semana pasada que la aerolínea argentina de bajo costo Flybondi anunció la cancelación de al menos 22 vuelos por no contar con la autorización del Gobierno para girar pagos en dólares al exterior, y no poder arrendar dos de los aviones para su flota, en medio de la escasez de divisas que arrastra el país.

"Fuimos acumulando incumplimientos en los pagos y el más crítico es el de arrendamiento de los aviones", señaló a través de un comunicado la firma, que comenzó a operar hace cinco años, cuenta con el 21% de la cuota de mercado doméstico argentino y transporta 300 mil personas por mes.

Flybondi también indicó que la falta de autorización para girar pagos al exterior para servicios la obligan a dejar dos aviones en tierra, ya que "el incumplimiento de los pagos impacta en el arrendamiento de las aeronaves y en la operación". Y no descartó "nuevas cancelaciones y demoras en el servicio si la situación no se normaliza".

China se abre paso

Bajo una fuerte presión por la escasez de reservas en el Banco Central y las obligaciones de deuda con el FMI, el ministro de Economía, Sergio Massa, ha negociado con el gobierno chino acuerdos para incrementar la cooperación financiera de Beijing, reuniéndose con decenas de empresarios de ese país para asegurar inversiones y financiamiento en una serie de áreas estratégicas, incluyendo hidroeléctricas, trenes, plantas nucleares y la minería del litio. De hecho, a medida que aumentan las dificultades económicas, el gigante asiático se ha convertido en un aliado cada vez más importante.

Pero expertos han alertado también sobre los efectos de una excesiva dependencia en una potencia que tiene crecientes intereses geopolíticos en América Latina, así como de la opacidad de los términos de esta colaboración.

"China se ha convertido en un prestamista de emergencia para aquellos países que no tienen un acceso tan sencillo a los organismos de crédito multilateral tradicionales o regulares, como pueden ser el FMI o el Club de París. China sabe esa situación y se aprovecha: presta el dinero, pero no está muy interesado en que se lo devuelvan porque lo que le interesa en realidad es que el país esté lo más endeudado posible para después incidir sobre sus decisiones soberanas", comentó El Mercurio el investigador argentino Agustín Barletti.

"Argentina ya le debe a China una cifra muy similar a la que le debe al FMI, más o menos US$45.000-50.000 millones. Con la diferencia de que cuando se toma un préstamo con el FMI, se hace todo en actas y todo consta por escrito. En el caso de China está la letra chica, los acuerdos confidenciales, hay otra estructura en que es difícil acceder a las condiciones, a los intereses, a los montos reservados. Es todo mucho más oscuro, mucho más informal", señaló.

De hecho, en el marco de la reciente visita de una delegación encabezada por Massa al gigante asiático, el secretario de Estado argentino acordó con el Banco Popular de China una ampliación del swap de divisas entre sus países hasta el equivalente en yuanes de unos US$19.000 millones, de los cuales Argentina tendrá US$10.000 millones -el doble que en el pacto anterior- de libre disponibilidad para financiar importaciones e intervenir en el mercado cambiario durante los próximos tres años.

"Turismo de supermercado"

Otro efecto de la crisis cambiaria de Argentina es el fenómeno denominado "turismo de supermercado", en el que países vecinos -como Chile- aprovechan el conveniente tipo de cambio para abastecerse de productos de primera a un valor mucho menor que en sus países de origen.

Un revelador ejemplo es la avalancha de chilenos que realizan vistas "express" a Mendoza para llenar sus despensas. Sin embargo, en otras zonas limítrofes con Argentina, al sur, como en Coyhaique y Osorno la situación ha generado preocupación en los comerciantes locales e, incluso, desde la Cámara Nacional de Comercio (CNC) han apuntado por productos argentinos que se venden informalmente en Chile.

Solo hacia Mendonza, en abril 58.200 chilenos cruzaron, el triple de lo registrado en marzo y siete veces más que hace un año, en medio de la crisis cambiaria que vive el vecino país, lo que se traduce en productos hasta tres veces más baratos para los chilenos.

Exportaciones

Según un reporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las exportaciones de América Latina y El Caribe crecieron solo un 2,9% durante el trimestre enero-marzo al comparar con igual periodo de 2022, y en el caso de Argentina, los envíos se desplomaron 17,9%. En ese sentido, el bajo ingreso de divisas en sectores como el agrícola es un reflejo de un mercado golpeado por la extrema sequía que lastró la cosecha de trigo.

Sobre esto se refirió el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, quien comentó a Emol que "Chile es bastante independiente de Argentina en su producción exportadora, pero es bastante más dependiente en lo que dice relación con los productos que importamos de Argentina, como por ejemplo, los granos".

"Al estar muy diversificados los mercados, al tener este portafolio tan amplio de mercado, más de 140 mercados del mundo, hace que nuestro sector agroexportador sea menos riesgoso, entonces creo que la influencia de Argentina en nuestras exportaciones es menos relevante. Y sí es más relevante en los granos que importamos, que están con precios muy bajos, lo que afecta también a nuestra producción local", añadió

Recesión en 2023

La economía argentina caerá en recesión y registrará una contracción de 2% este año tras el impacto de la sequía, aunque volverá a crecer en 2024, según estimó el Banco Mundial en su último informe de Perspectivas Económicas Mundiales.

En el documento, el organismo internacional consideró que la sequía será el motivo principal del retroceso económico, subrayando que este fenómeno "provocó disminuciones en las cosechas de soja y maíz, los principales productos básicos de exportación, equivalentes al 3% del PIB".

Asimismo, hizo referencia a la inflación y las reservas, asegurando que "la escasez resultante de divisas creará dificultades para los importadores, en particular los de las industrias no agrícolas. Además, la inflación ha seguido aumentando, superando un poco el 100% en una base de 12 meses".
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