El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de mayo, que anotó una contracción de 2% respecto a igual periodo de 2022, reafirmó el bajo dinamismo que muchas entidades y analistas venían anticipando. Y si bien en algún momento, a fines del año pasado -y con posterioridad al resultado del Plebiscito constitucional- se generó una expectativa de incipiente reactivación, los datos de los últimos meses muestran que, en rigor, la economía permanece estancada.
Pese a que la normalización de la situación post covid es sin duda una explicación para el débil desempeño de la actividad, a medida que pasan los trimestres resulta cada vez más difícil seguir con el mismo justificativo, y surgen dudas respecto de cuáles son las condiciones necesarias para vigorizar tanto la minería, como el comercio, los servicios, y el resto de los sectores.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha apuntado el relajamiento de la política momentánea como un factor clave en esto, considerando que el concenso de los economistas ve como un hecho que el Banco Central comenzará el proceso de bajas de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en su reunión de fin de mes, algo que cobra aún más fuerza tras el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado esta mañana por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Es que la inflación en junio sorprendió a la baja, anotando un retroceso mensual de 0,2% -mucho menor a las expectativas que tenía el mercado- y llevó al dato anual a 7,6%, reafirmando las señales que apuntan a que el país se encamina a controlar una escalada de precios que no se veía hace 30 años.
"A medida que vayamos avanzando en el año, va a mostrar -el Imacec- cifras positivas primero en las variaciones mensuales y luego en las variaciones en doce meses, un factor que probablemente va a contribuir a eso, sobre todo hacia final de año, va a ser el inicio de bajas de tasas de interés que el Banco Central ha indicado que se produciría relativamente pronto", dijo el jefe de las finanzas públicas esta semana.
Y es que sin duda las elevadas tasas de interés, necesarias para mantener a raya la escalada de precios, han restringido decisiones de consumo y de inversión en los últimos trimestres, por lo que un relajamiento de las condiciones -o, en otros términos, una menor restricción- debería contribuir a estimular la demanda.
Pero, ¿basta con acotar el peso de la prueba a la política monetaria? ¿Qué hay de las trabas a la inversión o a la productividad?.
"No bastará"
Rodrigo Fuentes, académico del Instituto de Economía UC, comentó a Emol que "sin duda que un relajamiento de la política monetaria va a ayudar en el margen a hacer más dinámica la economía, pero pensar que esto es la panacea y que es lo que está trabando el crecimiento de mediano plazo, es de una candidez extrema".
"Es bastante sabido que la economía en el mediano y largo plazo crece en función de la inversión y la productividad. Hoy día las fuerzas políticas están bastante divididas respecto a la importancia del crecimiento y a la necesidad de impulsarlo. Eso se ve en las discusiones en torno a distintos aspectos de la reforma tributaria. A Chile país le fue bien cuando creció rápido, disminuyendo la pobreza y generando recursos para el Estado vía una mayor base tributaria", agregó.
Fuentes precisó además que cada punto de crecimiento genera aproximadamente un punto de recaudación fiscal, por lo que "si se desea generar más recursos para el Estado, las reformas que ayuden a la recaudación deben tener en el centro medidas que incrementen la eficiencia en el funcionamiento de la economía y aumentos de la tasa de inversión".
"No es una reducción de la TPM de 50 o 75 puntos base la que nos va a sacar de esta situación de bajo crecimiento. Es la productividad, la inversión y calidad de los trabajos la que impulsarán la economía a mediano plazo", subrayó el economista.
Por su parte, el economista jefe de BCI, Sergio Lehmann, indicó que, más allá del Imacec de mayo, ya existían señales que apuntaban a que a fines de este mes se iniciaría un proceso de recortes de tasa. "Vemos una primera baja de 75 puntos base, para llevar hacia fines de año la tasa de referencia a 8,25%. Hacia comienzos de 2025 alcanzaríamos la tasa neutral de 4%. Este mecanismo será la principal palanca para permitir una recuperación de la economía, que comenzaría hacia el último cuarto de este año, para hacerse más nítida en 2024", expuso.
Lo anterior, según explicó, permitiría alcanzar gradualmente un crecimiento de 2% de potencial en el largo plazo.
¿Es eso suficiente? A juicio de Lehmann, "ciertamente no, si aspiramos a ir cerrando brechas en materia de bienestar y desarrollo con los países avanzados. Un crecimiento de 2% es extremadamente pobre, más aún si lo comparamos con los registros promedio de las últimas décadas".
"No es una reducción de la TPM de 50 o 75 puntos base la que nos va a sacar de esta situación de bajo crecimiento. Es la productividad, la inversión y calidad de los trabajos la que impulsarán la economía a mediano plazo"
Rodrigo Fuentes, académico del Instituto de Economía UC
"La baja en la tasa de política será el principal mecanismo para recuperar el impulso económico hacia los próximos trimestres. Sin embargo, de forma de alcanzar tasas de crecimiento por sobre la actual estimación de potencial, limitada hoy por factores estructurales,
es imperioso impulsar la inversión, entregando incentivos tributarios y haciendo más livianos los procesos de aprobación de nuevos proyectos, reduciendo la burocracia, eliminando discrecionalidades e introduciendo modernización al Estado", deslizó el experto de BCI.
Sebastián Cea, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, aseguró que "no bastará. Hay que recordar que estamos en un marco de gran volatilidad política, que si bien se ha estabilizado con el nuevo proceso constitucional, los resultados de las elecciones no los tenemos".
"Mientras esa incertidumbre siga presente, un impulso de la política monetaria puede ayudar a dinamizar la economía, pero puede no ser suficiente, por ejemplo, para reactivar otros canales como la inversión", recalcó Cea, añadiendo que, potenciando ese aspecto, "se puede retomar una senda de crecimiento más robusto a largo plazo".