Entrar a una nueva empresa siempre implica un grado de incertidumbre, pero hay maneras de prevenir sorpresas desagradables. Durante la entrevista de trabajo, el candidato tiene la oportunidad de detectar señales de alerta sobre una posible cultura laboral tóxica. Prestar atención a detalles específicos y hacer preguntas clave puede ser la diferencia entre aceptar una oferta laboral en un ambiente saludable o en uno que perjudique el bienestar y desarrollo profesional.
La primera impresión cuenta, y en ese sentido, los expertos indican que el tono, la actitud y el profesionalismo del entrevistador durante el proceso de selección pueden dar pistas claras sobre los valores y la dinámica de la empresa. Desde preguntas invasivas hasta incoherencias en la información proporcionada, cada detalle puede dar indicios de cómo es la organización.
"El mayor riesgo de ignorar estas señales es terminar trabajando en un lugar donde no se respetan valores fundamentales como la transparencia y el bienestar. Esto puede afectar tanto la salud mental como el desarrollo profesional del colaborador".
Javiera Correa, Chief People Officer de Buk -software de gestión de personas para empresas-
María Jesús García-Huidobro, gerenta de desarrollo de negocios de Trabajando.com –portal de empleo, gestión y crecimiento de capital humano-, afirma que uno de los principales indicadores de una cultura tóxica es la falta de equilibrio entre la vida laboral y personal. "Si el entrevistador insiste demasiado en la disponibilidad 24/7 o realiza preguntas sobre aspectos de la vida personal, como intenciones de tener hijos o creencias religiosas, es una clara bandera roja", explica.
Asimismo, es relevante observar cómo se comunica el entrevistador sobre la empresa y sus equipos. Comentarios negativos sobre otros miembros de la organización o respuestas vagas sobre los valores corporativos y los procesos internos pueden ser indicios de conflictos no resueltos o falta de estructura. "La transparencia en estos temas es fundamental para generar confianza mutua", agrega Correa.
Las principales red flags a considerar
El lenguaje corporal, la coherencia en las respuestas y el tipo de preguntas realizadas durante la entrevista son factores clave. Una actitud evasiva al abordar temas sensibles como la rotación de personal o los procesos internos puede reflejar una falta de apertura o problemas en la gestión.
"Si el entrevistador evita hablar de dificultades internas o no puede describir claramente los valores de la organización, esto podría indicar una cultura mal definida".
María Jesús García-Huidobro, gerenta de desarrollo de negocios de Trabajando.com
Otro elemento importante es el enfoque en el proceso de selección. Según Correa, "la comunicación clara sobre los pasos del proceso y el respeto hacia los candidatos son indicadores de una cultura laboral saludable. Una organización que se preocupa por dar feedback constructivo y agradecer el tiempo del postulante ya demuestra un compromiso con el respeto y la transparencia".
Por su parte, Francisco González, gerente general de Vertical Hunter -organización que ofrece servicios de contratación de personal-, sugiere estar atentos desde el inicio del encuentro. "Desde cómo saluda el entrevistador, si ofrece algo para tomar o incluso si sonríe, todo eso habla del ambiente laboral. Las preguntas discriminatorias o insistentes sobre disponibilidad fuera de horario también son señales claras de alerta", señala.
Preguntas clave para evaluar la cultura laboral
El candidato también puede tomar la iniciativa haciendo preguntas estratégicas que revelen detalles importantes sobre la empresa. Por ejemplo, preguntar sobre la composición del equipo y su rotación puede brindar información sobre la estabilidad y las relaciones laborales. Otra pregunta útil es: "¿Cómo describirías la cultura organizacional?". Las respuestas vagas o incoherentes pueden ser un mal presagio.
Correa recomienda preguntar sobre oportunidades de desarrollo, equilibrio entre la vida personal y laboral, y cómo se maneja el feedback dentro de la organización. "Una empresa que promueve el crecimiento y respeta los espacios personales tiende a tener una cultura más saludable", asegura.
González sugiere, además, preguntar por el motivo de la vacante: "Saber si es un puesto nuevo, un reemplazo o resultado de una desvinculación puede dar pistas sobre la dinámica interna del equipo". Por último, indagar sobre actividades como team building -ejercicios para mejorar el trabajo en equipo- o la comunicación entre pares y jefaturas puede ayudar a evaluar el ambiente laboral.
Los riesgos de ignorar las señales
No prestar atención a estas red flags puede tener consecuencias graves. Desde altos niveles de estrés y agotamiento hasta un bajo desempeño profesional, trabajar en un ambiente tóxico impacta tanto a nivel personal como profesional. "Terminar en un lugar que no respeta tus expectativas puede generar desmotivación y malestar", advierte González.
Ignorar las red flags en una entrevista puede tener efectos duraderos en la vida profesional y personal. "Es fundamental priorizar espacios laborales que respeten tus valores, ya que esto influye directamente en tu calidad de vida", concluye García-Huidobro.