El exsubsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, propuso que Chile se integre al grupo de los BRICS, como miembros asociado.
El bloque tiene entre sus miembros a Rusia, China, India, Sudáfrica, Irán, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía. Y cuenta con otros países en calidad de asociados, como Bolivia y Cuba, que ingresaron oficialmente a partir del 1 de enero.
Fue a través de una columna en La Tercera que la otrora autoridad, junto al académico del Instituto de Estudios Internacionales de la U.de Chile, Andrés Bórquez, entregó cinco razones para fundamentar su postura.
"En primer lugar -sostuvieron- es innegable que China e India se perfilan como potencias en ascenso, mientras que los pilares del orden mundial euroamericano enfrentan desafíos significativos".
"Formar parte de los BRICS -aseguraron entonces- permitiría a Chile posicionarse favorablemente en un bloque dinámico que representa el 40% del PIB mundial y el 51% de la población global. La inclusión de nuevos miembros (...) refleja el dinamismo y la relevancia del grupo en la nueva arquitectura geo-económica".
Como segunda razón, Ahumada y Bórquez aseguraron que para los intereses más concretos de Chile, China, India y Brasil constituyen socios estratégicos.
"El primero representa cerca del 40% de nuestras exportaciones y alrededor de un cuarto de nuestras importaciones -defendieron los académicos-. El segundo es nuestro principal socio comercial en América Latina, y un actor clave en agendas como el corredor biooceánico. Finalmente, India es un mercado al cual Chile ha deseado profundizar sus lazos comerciales hace décadas, con magros resultados".
"El salto al BRICS permitiría consolidar la alianza con India y, así, dar una señal importante a la India de voluntad de profundizar nuestras alianzas bilaterales", aseguraron, en la misma línea.
Como tercer punto, Ahumada y Bórquez señalaron que "la participación en este bloque brinda a Chile la oportunidad de actuar, no solo como espectador de las transformaciones del sistema internacional, sino también como actor activo que pueda contribuir al fortalecimiento del Sur Global, nuestro espacio natural".
"La posición de Chile en los BRICS le permitiría ser un actor clave en los temas que preocupan a la región, garantizando que se escuchen nuestras voces y que se integren nuestras realidades en la adopción de decisiones que nos afectan", añadieron.
En cuarto lugar, los académicos de la U.de Chile destacaron la importancia de diversificar las alianzas geopolíticas.
"Si bien Chile tiene un estatus destacado como miembro de la OCDE, sumarse a los BRICS representaría un paso hacia la multi-pertenencia, lo que podría ofrecer mayor flexibilidad y resiliencia frente a este periodo de transición del orden internacional", sostuvieron.
"En 2025 -agregaron- el foro del BRICS contará con la participación de los nuevos miembros asociados, que son clave para los intereses de Chile en el sudeste asiático, como Vietnam, Tailandia y Malasia, lo que podría abrir nuevas vías de cooperación e inversión".
Por último, destacaron que "participar activamente en este grupo nos brinda la posibilidad de optar a otras fuentes de financiación para infraestructuras de desarrollo. Chile necesita renovar su infraestructura logística y productiva, y desde los países emergentes han surgido nuevas instituciones financieras multilaterales".
"Desde su posición estratégica en la cuenca americana del Pacífico, Chile puede contribuir al desarrollo de los BRICS. Este paso no solo consolidaría su papel como actor relevante en el Sur Global, sino que también fortalecería su economía y diversificaría sus relaciones internacionales", apuntaron al final.
Ahora bien, ser parte de este bloque de economías emergentes no parece ser una idea que seduzca a Chile y tampoco estaría entre los planes de Cancillería promoverla. De hecho, ex cancilleres como Heraldo Muñoz y Teodoro Ribera se han pronunciado al respecto, asegurando que no ven un beneficio claro para el país, junto con considerar que integrar el grupo sería más una decisión política que económica.