Michele PuzioFundador de Pizzería AlleriaLa pizza chilena está viviendo un excelente momento. Y no es una metáfora: este 2025,
seis pizzerías nacionales fueron reconocidas entre las mejores de Latinoamérica por el ranking internacional 50 Top Pizza, la guía más prestigiosa del rubro a nivel mundial.
En una ceremonia realizada en el Instituto Italiano de Cultura de Río de Janeiro, se anunció además que una de ellas logró instalarse en el tercer puesto del listado. Un hito histórico para la gastronomía local.
Ese lugar lo ocupa Alleria, un rincón napolitano en plena comuna de Providencia, comandado por el maestro pizzaiolo Michele Puzio. Desde su apertura, este restaurante ha servido masas fermentadas y coronadas con ingredientes traídos directamente de Italia.
Para Puzio no es un golpe de suerte ni una moda pasajera. Es el resultado de una convicción profunda que nació en plena pandemia y que lo llevó a recorrer Chile de norte a sur, buscando entender cómo y por qué faltaba autenticidad en la oferta gastronómica.
Fue entonces cuando decidió que su misión sería mucho más que abrir una pizzería: quería elevar la vara, formar equipos, ofrecer empleo y, sobre todo, honrar una tradición familiar que viene desde 1950.
¿Cómo llegó a este nivel de excelencia? ¿Qué aprendizajes deja el camino? ¿Y qué sueña Michele para el futuro? En una nueva edición de Lo pensó / lo hizo de Emol, el pizzaiolo que hizo historia nos cuenta con detalle cómo su horno se convirtió en el epicentro de la mejor pizza de Chile y una de las mejores del continente.
¿Qué es Pizzería Alleria y qué necesidad cubre?
Pizzería Alleria es un restaurante especializado en auténtica pizza napolitana, además de otros platos inspirados en la cocina italiana tradicional.
Más que cubrir una necesidad gastronómica, buscamos proteger y difundir el arte culinario de la pizza napolitana, una herencia cultural y familiar que valoramos profundamente. Nacimos con la convicción de mostrar en Chile la verdadera esencia de esta pizza, desde su historia hasta su técnica.
¿Cuándo, cómo y dónde surgió la idea?
La idea surgió en Chile, antes de la pandemia, cuando participé en el programa "Semplicemente Pizza". Durante el evento final, al ver la magnitud y el impacto del trabajo —se sirvieron 14 mil pizzas en tres días— entendí que esto era algo real, poderoso y necesario. Ahí tomé la decisión: tenía que abrir una pizzería.
A partir de ahí comencé un proceso de investigación profunda por todo Chile, desde el norte al sur, observando la relación entre cultura, servicio y pizza. Me di cuenta de que faltaba algo auténtico. Sentí la necesidad de ofrecer no solo buena comida, sino también formación, empleo y una forma de elevar la cultura gastronómica local.
¿Quién puso el capital inicial y quién te financia hoy?
Partimos tres socios, pero al cabo de un año disolvimos la sociedad. Desde entonces, Alleria se autofinancia completamente a través de sus propias ventas, siendo yo el único dueño.
Tu modelo de negocios:
Nuestro modelo se basa en cuatro pilares: una obsesión por la calidad, una carta simple y bien ejecutada, armonía laboral dentro del equipo, y una fuerte conexión entre arte y cultura.
Tu público objetivo:
Todas las personas, sin distinción de edad ni origen. La pizza es un alimento del pueblo, hecha para compartir, y representa valores universales. Nuestro enfoque es inclusivo: queremos que cualquier persona pueda sentirse bienvenida en Alleria, y para eso tenemos variedad de precio y también productos que se pueden compartir.
¿Quién/quiénes son tu competencia?
No creemos en la competencia tradicional. En Nápoles, sobre la comida no se compite, se inspira. Si alguien lo hace mejor, lo tomamos como una oportunidad para aprender y crecer. Cada pizzería tiene su identidad, su voz. La verdadera competencia es con uno mismo, para mejorar continuamente y crear valor.
Tres pasos claves que diste:
- Presencia activa del dueño: Mi presencia en el local, supervisar la calidad, involucrarse con el equipo.
- Participación en competencias y visibilidad en redes sociales: Comunicar quiénes somos y qué representamos con autenticidad. Tener la capacidad de mostrar a través de las redes nuestra esencia.
- Formación del equipo: Selección cuidadosa y capacitación constante para mantener y elevar el estándar de calidad.
Tu misión (lo que tienes que aprender):
Estandarizar nuestros procesos y prepararnos para expandir sin perder la esencia de lo que hacemos.
Tu propósito (lo que quieres lograr):
Perfeccionar nuestro producto, servicio y atención a nivel nacional. Nuestro mayor deseo es darle al rol del pizzaiolo el valor que merece dentro de la gastronomía, como una verdadera artesanía viviente. Es un oficio exigente, sin días festivos, siempre en contacto directo con la gente, para lo que se requiere no solo el talento sino una enorme vocación de servicio.
¿Cuáles son los mayores riesgos que enfrenta Pizzería Alleria?
Las catástrofes naturales, y la interrupción en la importación de ingredientes italianos clave. No es posible hacer verdadera pizza napolitana sin los productos adecuados, y muchos de ellos no tienen equivalentes locales.
¿Qué mercado apuntas conquistar?
Queremos crecer en el mundo de la gastronomía fija, ampliando hacia nuevos conceptos como heladería, pastelería y cafetería, siempre bajo la misma filosofía de calidad.
¿A quién admiras?
Admiro profundamente a mi familia, que desde 1950 ha sabido sobreponerse a épocas difíciles y sigue siendo parte activa del legado de la pizza napolitana en Nápoles.
También admiro a mi maestro de vida Daisaku Ikeda, al chef Antonino Cannavacciuolo, y a muchas personas que me han influido desde lo humano. Creo que los mejores proyectos nacen desde el interior, y desde ahí se transforman en negocios con propósito.
Cómo te ves en cinco años:
Con más orden, estructura y con un proyecto más consolidado, sin perder la cercanía ni el foco en la calidad.
Empresa chilena preferida
No tengo una preferida en particular por ahora.
Chile, ¿es un buen país para invertir?
Sí, Chile es un buen lugar, pero también presenta complejidades importantes debido justamente a la burocracia y la lentitud de ciertos procesos. Hay mucho potencial, pero también muchos desafíos.
¿El Estado es un buen facilitador o un obstáculo para tu negocio?
Lamentablemente, suele ser un obstáculo. La burocracia y los tiempos de espera son enemigos del emprendedor. Cada retraso frena el avance no solo de los negocios, sino del país. Necesitamos un entorno más ágil y eficiente.
Tus máximas son:
- Estar presente y vigilar la calidad.
- Formar y capacitar constantemente al equipo.
- Mantener un producto con ingredientes de excelencia.
- Estar siempre al servicio del cliente, con amor y dedicación.
