El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha inyectado una dosis potente de incertidumbre esta semana a los mercados con su anuncio de aranceles de 50% a las importaciones de cobre. Es que el mandatario ha sido opaco: no ha precisado a qué productos ni a qué países afectará.
De eso, y de otros aspectos, dependen las consecuencias que puedan derivar para Chile y el mundo. Es por esto que en la industria y el Gobierno están atentos a cómo se vayan resolviendo las interrogantes pendientes.
La Cancillería, por mientras, trabaja junto a los ministerios de Hacienda y Minería, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Codelco y el embajador de Chile en EE.UU., para estar preparados para lo que determine Trump.
"No ha habido una notificación oficial y, en consecuencia, tampoco conocemos los alcances precisos de estas decisiones que se han comunicado en términos todavía muy generales", dijo ayer el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren.
¿A qué países afectará?
Para Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, una de las dudas más importante es "si el arancel se va a aplicar a todos los países por igual o si habrá excepciones".
Es que durante los últimos días Trump ha anunciado la concreción de aranceles a algunos países, pero a goteo. A comienzos de la semana, por ejemplo, comunicó que gravaría las importaciones de Japón y Corea del Sur con un 25%. Más tarde informó una tasa de 50% a Brasil, a la cual el presidente Lula da Silva dijo que responderá.
Si bien estos gravámenes no son por cobre, Trump está en pleno periodo de enviar las cartas oficiales a los países, por lo que algunos expertos esperan que los países enlistados en el impuesto al metal rojo se conozcan pronto.
Esto, considerando además que Trump anunció que las tasas entrarían en vigor a partir del 1 de agosto.
Chile se encuentra negociando con EE.UU. por el 10% de gravamen que el magnate anunció en abril para nuestro país. En medio de esa negociación se podrían conciliar ventajas para ambos países.
¿A qué productos afectará?
Chile exporta cobre a Estados Unidos principalmente en dos formas: cátodos de cobre refinado y, en menor medida, concentrados de cobre.
Los cátodos son placas de cobre de alta pureza (99,99% de cobre) obtenidas a través de procesos de refinación. Se usan para la fabricación de cables, alambres, tuberías y otros productos industriales.
En la industria una de las preguntas esenciales, por lo tanto, es a qué productos afectará el gravamen.
"Todavía aquí no están los detalles de qué productos son los que van a estar impactados", dijo ayer el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, en CNN Chile.
"Todavía aquí no están los detalles de qué productos son los que van a estar impactados", dijo ayer el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, en CNN Chile
El líder de la estatal -luego de la publicación de Trump den Truth Social en la que reafirmó las tasas- explicó no haber visto la palabra "cátodos". Una pregunta a despejar, agregó entonces, es "si este arancel incluye o no a los cátodos".
¿De dónde sacará el cobre EE.UU.
En la industria minera varios están atónitos. Es que no entienden la decisión de Trump de cargar con tasas tan altas las importaciones de cobre.
Según explicó ayer en T13 Radio Joaquín Villarino, presidente del Consejo Minero -entidad que agrupa a las grandes firmas en Chile-, el país norteamericano "consume aproximadamente 1,6 millones de toneladas de cobre refinado. Y produce solo 1, 1".
"O sea -añadió- prácticamente 500 mil toneladas, 600 mil toneladas adicionales las tiene que importar. Y no tiene la capacidad de producirlas rápidamente".
La producción de 1.1 millones de toneladas, así, representa el 68.75% del consumo total de 1.6 millones de toneladas de cobre refinado en Estados Unidos.
¿Cómo el arancel impactaría a EE.UU. internamente?
"Este arancel del 50% revertirá el comportamiento irreflexivo y la estupidez de la administración Biden. Estados Unidos, una vez más, construirá una industria del cobre dominante", dijo Donald Trump en su red social Truth Social, cuando confirmó la tasa arancelaria.
Es precisamente esa industria del cobre a la que el magnate alude la que genera dudas. Patricio Faúndez, Country Manager GEM Mining Consulting Singapur sostiene que no se ha "explicitado una estrategia concreta por parte de Estados Unidos para fomentar la producción interna de cobre".
"A corto plazo, la capacidad de maniobra del país en este frente es limitada, lo que incrementa la incertidumbre sobre la efectividad real de la medida en términos de reindustrialización o seguridad de suministro", dice también.
Cabe destacar que EE.UU. tiene 47 millones de toneladas métricas de reservas de cobre, las quintas más grandes del mundo, después de Chile, Australia, Perú y México.
¿Serán las tasas transitorias?
Si el presidente Trump busca construir una industria del cobre dominante, una de las dudas que surgen es qué ocurría en la eventualidad de que ello ocurra.
Felipe Lopeandía, gerente senior de Tax & Legal en Deloitte Y exdirector de Asuntos Económicos Bilaterales de la Direcon, dice en ese sentid que una de las preguntas es si el gravamen "se establecerá por un período de tiempo determinado o de manera indefinida".
"Será importante -complementa- conocer la orden ejecutiva, que podría contener detalles que resuelvan las dudas de los países que exportan dicho mineral a EE.UU."
¿Qué posibilidad hay de exenciones?
Faúndez, de GEM Mining, dice que tratar a todos los exportadores por igual tendría implicancias significativas sobre la competitividad de sectores industriales clave en EE. UU.
"Chile -sostiene- cuenta con un tratado de libre comercio con Estados Unidos y provee cerca del 70% del cobre importado por ese país". Por eso, señala "no debería ser considerado un proveedor equivalente a otros desde el punto de vista de los costos que asumiría la demanda estadounidense".
En su entrevista en T13 Radio, en tanto, Villarino -del Consejo Minero- puso paños fríos frente a la posibilidad de que Chile no sea sujeto de una exención. "Solo el 10% de la producción de cobre chileno va a parar a EE.UU. El 90% no va a parar a Estados Unidos (...) Es un motivo menos de preocupación", aseguró.
