El programa definitivo de la candidata a La Moneda del oficialismo, Jeannette Jara, confirma algunas de las propuestas económicas que la exministra ya había defendido y agrega otras que ya están bajo la lupa de los economistas.
El documento confirma que se buscará avanzar en un "salario vital" de $750 mil, que "se alcanzará gradualmente durante nuestro gobierno".
"En el transcurso del primer año de Gobierno -especifica la propuesta- se convocará a un diálogo social tripartito, que incluirá a las organizaciones sindicales y gremios empresariales, donde buscaremos generar los acuerdos que permitan establecer la trayectoria y los mecanismos para implementar el ingreso vital de $750.000 hacia el final de nuestro gobierno".
También se considera una restricción del cobro en UF en salud, educación y arriendo -idea que rondó por el Parlamento en los últimos meses-.
"Su utilización se ha extendido más allá de lo recomendable, convirtiéndose en un mecanismo injusto para las familias, que reciben ingresos constantes, y enfrentan gastos crecientes debido a contratos reajustados mes a mes por la UF", señala el programa.
"Tampoco -se complementa- se permitirán las cláusulas que reajusten los precios, siguiendo a la inflación, en periodos menores a un año. De esta manera, se protegerán los ingresos de las personas y se limitará la reajustabilidad a plazos razonables para una economía de baja inflación como la chilena".
Para su gobierno, Jara contempla además garantizar "a todas las familias del país un Consumo Eléctrico Vital (CEV), reduciendo en un 20% las tarifas eléctricas de los hogares".
"El CEV -especifica el documento- será una cantidad de energía de carácter esencial garantizado a cada hogar, que alcanzará los 85 kWh mensuales por hogar, lo que equivale al umbral necesario para cubrir las necesidades eléctricas básicas de una familia promedio: iluminación, refrigeración, comunicaciones y consumos domésticos esenciales".
La permisología también tiene un espacio entre las propuestas: Jara buscará implementar la ley Marco de Permisos Sectoriales y llevar adelante "un segundo proceso de revisión para racionalizar y optimizar la obtención de permisos. Para ello constituiremos en el más breve plazo la nueva oficina para agilizar los procesos de inversión".
En minería, en tanto, el programa indica que se pondrá "el foco en aumentar un 25% la cartera de inversiones durante nuestro período de Gobierno". Esto, junto con colaborar "con la industria minera para ejecutar los proyectos que permitan elevar un 10% la producción en cuatro años, alcanzando los seis millones de toneladas".
Asimismo, se autorizará a Codelco a "capitalizar una proporción de sus excedentes para reducir su deuda y mejorar su competitividad". En relación al litio, en tanto, la ex titular de trabajó intentará potenciar "el Instituto Nacional de Litio y Salares, fomentando la I+D aplicada, el encadenamiento con proveedores locales y la formación de capital humano".
La candidatura, además, propone avanzar en la dirección de establecer la negociación multinivel; o negociación ramal. También en el área laboral, implementar la jornada de 40 horas en el sector público.
"Avanzaremos en la tasa portuaria como mecanismo de compensación territorial que, resguardando la competitividad de nuestras exportaciones", dice también el documento.
Críticas
Algunas de las propuestas de la candidata oficialista ya han generado críticas desde los economistas.
El exsubsecretario de Hacienda, Alejandro Weber, dice que "para el ingreso vital, la candidata plantea una combinación de aumento del salario mínimo y de subsidios del Estado. Esto es extremadamente sensible pues sabemos que uno de los grandes causantes del enorme desempleo que tenemos hoy es el aumento desmedido de los costos laborales, entre ellos el salario mínimo".
"Así lo demostró -añade- el Banco Central. No podemos aumentar los salarios más allá de la capacidad de nuestra economía. En su lugar, debemos aumentar el crecimiento de la economía y la productividad".
Sobre el Consumo Eléctrico Vital (CEV), Pablo Müller, académico de la U.Autónoma, señala que si bien busca aliviar la carga de los hogares, "un subsidio generalizado sería costoso y afectaría la sostenibilidad fiscal". "La clave para su éxito -agrega- es la focalización en los hogares más vulnerables y mecanismos de financiamiento claros".
Ingrid Jones, economista de LyD, ve un serio problema en la propuesta de avanzar en la negociación multinivel. "No se debe insistir con la negociación ramal, sobre todo considerando que la experiencia internacional demuestra que la negociación ramal no ha frenado la caída en la sindicalización", sostiene.
"Además -dice- implementar la negociación ramal ignora la heterogeneidad de la matriz productiva, donde las grandes empresas pagan salarios promedio que prácticamente duplican a los de las microempresas (menos de 5 trabajadores). Establecer condiciones uniformes por rama trasladaría estándares de las grandes compañías hacia las pymes, lo que sumaría nuevas alzas de los costos laborales, propiciando despidos, cierres de empresas o mayor concentración de mercado en favor de los grandes actores, debilitando aún más la competencia y la generación de empleo".
Ricardo Ruiz de Viñaspre, exdirector de Sence y director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad Finis Terrae, dice que se trata de "un programa que tiene loables objetivos, pero acá son más importante los medios. Todos los candidatos hablan sobre mejorar la vida de los chilenos (objetivo), pero lo relevante son las soluciones. En esta línea, al programa de Jeanette Jara le falta mucho acerca de como crear más empleo, y ese es justamente el problema que nuestro país tiene hoy".
