Una nueva demanda enfrenta Nestlé en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) por parte de una de sus distribuidoras. Esta vez, la empresa N&T acusó a la multinacional de abuso de posición dominante, mediante la ejecución de presuntas prácticas anticompetitivas que habrían puesto en riesgo la viabilidad de su operación y afectado también a pequeños comercios minoristas.
La firma -representada por el estudio jurídico Altamar Asociado- operaba como representante comercial comisionista (RCC) de Nestlé en el sur del país, modelo bajo el cual estas empresas se encargan de captar clientes y distribuir productos, asumiendo costos operativos, pero con variables comerciales definidas por la compañía.
En esa línea, la empresa asegura que la multinacional utilizó a N&T como puente para captar más clientes y que, una vez logrado ese objetivo, ejecutó una serie de prácticas destinadas a sacarla del mercado.
"Nestlé ha abusado de su posición dominante y del control absoluto de los costos e ingresos de mi representada, estrechando o estrangulando sus márgenes, con el objeto de excluirla del mercado, tal como lo ha hecho antes con otras empresas dedicadas a la venta y distribución de productos de la demandada, para apoderarse de una actividad comercial independiente que consigue resultados favorables, como el aumento de clientes", sostiene el escrito de 25 páginas.
Según se indica en la demanda, estas conductas no solo habrían afectado la viabilidad económica de N&T, sino también a almacenes, minimarkets y supermercados regionales, que -según la empresa- vieron limitado su acceso a productos en condiciones competitivas de precio, promociones y disponibilidad de stock, en comparación con grandes cadenas y mayoristas atendidos directamente por Nestlé.
Además, señalan que durante el desarrollo de la relación contractual existieron "múltiples reclamos" a la multinacional, respaldados por correos electrónicos y otros documentos, en los que se alertaba sobre las distorsiones que generaba el esquema comercial. Sin embargo, aseguran que dichas observaciones no fueron corregidas.
Según la demanda, Nestlé definía unilateralmente las comisiones y pagaba con desfase, lo que obligó a N&T a recurrir a financiamiento externo para cumplir con sus obligaciones operativas, incluido el pago de sueldos, sumando costos financieros a una estructura ya presionada en sus márgenes.
El escrito agrega que, con el paso del tiempo, Nestlé habría incrementado de forma unilateral las exigencias operativas, incluyendo la contratación de más personal y la asunción de labores administrativas que anteriormente realizaba la propia multinacional, sin que ello se tradujera en un aumento de las ventas. Según la empresa, estas condiciones derivaron en extensas jornadas de trabajo y en un deterioro progresivo de su situación financiera.
Asimismo, la demanda acusa un trato comercial diferenciado en favor de otros operadores y canales, con mayores descuentos y mejores condiciones para grandes supermercados, mayoristas y RCC de la Región Metropolitana, lo que habría incentivado a clientes del sur a abastecerse fuera de la zona. A ello se suman denuncias por entrega de productos próximos a vencer, mayores costos logísticos asumidos por N&T y compromisos de apoyo que, según la empresa, no se habrían concretado.
Finalmente, N&T decidió poner término al contrato en septiembre de 2024, señalando que la continuidad de la operación se había vuelto financieramente insostenible. Además, el abogado de la denunciante, Carlos Muñoz, señaló a que las respuestas de la multinacional siempre "han sido hostiles".
Así, la demanda concluye que "nuestra inequívoca conclusión es que la denunciada Nestlé Chile S.A. usó a la empresa que represento como un instrumento para llegar a más clientes y luego hizo todas las conductas acusadas con el fin de sacarla del mercado".
Reacción de Nestlé
Consultada por Emol, Nestlé Chile negó las acusaciones. "Nestlé no realiza prácticas predatorias ni abusivas con sus representantes comerciales. Todos nuestros estándares se ajustan a la normativa vigente y así lo hemos hecho siempre", señalaron desde la compañía.
Agregaron que actualmente trabajan con más de 30 distribuidores en distintas zonas del país, con quienes mantienen "relaciones de trabajo estables y de largo plazo".
Pese a ello, esta no es la primera vez que un proveedor o distribuidor de la multinacional recurre al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia acusando prácticas similares.
En 2024, la empresa Flor y Nata presentó una demanda contra Nestlé por presunto abuso de posición dominante, acusando un control absoluto de precios, ingresos y márgenes, así como un esquema que habría terminado por excluirla del mercado.
Al respecto, desde Nestlé señalaron que "respecto de Flor y Nata, caso que data del 2024, este ex distribuidor acusó a Nestlé por prácticas antimonopólicas frente al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, el cual fue claro al desestimar la denuncia, por no tratarse de una materia de libre competencia. Por lo anterior se derivó a un arbitraje comercial, que analizó el caso y también desestimó todas las acusaciones contra Nestlé, rechazando la demanda reconvencional de Flor y Nata en todas sus partes".