Fuertes réplicas tuvieron las palabras del exministro de Hacienda, Andrés Velasco, en contra de la eliminación de las contribuciones a la primera vivienda.
La idea de eliminar esos tributos -del Presidente Electo, José Antonio Kast- fueron calificadas por el otrora secretario de Estado como "una estupidez sin nombre".
"Las contribuciones en Chile son bajas, el porcentaje del PIB que recaudamos por impuestos a la propiedad están muy por debajo de cualquier norma, incluyendo la norma de la OCDE", dijo Velasco en conversación con Radio Duna.
"Es contrario a cualquier principio sano de las finanzas públicas. Es populismo puro, espero que se les olvide", añadió el decano de la Escuela de Políticas Públicas de la London School of Economics.
Y agregó, en relación a que la exención sea para los mayores de edad: "¿Por qué una persona que vive en un terreno en Las Condes que compró por US$50 mil y que hoy día vale US$1 millón, y que está sentada sobre un capital que lo transforma en una de las personas más ricas de Chile, en virtud de tener 65 años o más, no va a pagar?"
"La única teoría válida en las finanzas públicas es la siguiente: tu quieres aplicarles impuestos a aquellos bienes donde la elasticidad es baja, tu no quieres aplicarle impuestos a un bien que tiene ruedas y que puede salir corriendo", indicó también Velasco.
Las réplicas
Las respuestas a los cuestionamientos de Velasco no se hicieron esperar. El profesor de filosofía de la Universidad de los Andes, Alejandro Vigo, fue uno de los primeros en contestar, en una carta enviada a El Mercurio.
"Hay que tomar debida nota: para el inmoralismo utilitarista, lo único relevante es si podemos o no escaparnos de sus garras. Todo lo demás no cuenta. Las razones que hacen referencia a algún límite de lo que el Estado puede hacer legítimamente son meras 'estupideces'", replicó.
"La declaración de Velasco nos da, pienso, la mejor oportunidad para volver a reflexionar sobre los verdaderos fundamentos de un orden liberal. La alianza non sancta de liberalismo y utilitarismo, que tanto seduce a políticos y economistas, se revela como lo que es: una trampa letal para el propio liberalismo, que lo vacía de la sustancia moral de la que se nutre", sostuvo también.
"La declaración de Velasco nos da, pienso, la mejor oportunidad para volver a reflexionar sobre los verdaderos fundamentos de un orden liberal"
Alejandro Vigo, profesor de filosofía
"Hay que insistir nuevamente sobre lo más obvio: un genuino orden de libertades solo puede tener un fundamento de carácter moral", aseguró.
"Acerca de la legitimidad de las políticas que se pretende impulsar -complementó- nada dicen las razones de eficiencia recaudatoria y las comparaciones con organismos internacionales como la benemérita OCDE, elevada a la categoría de oráculo. Cuando razones y comparaciones de ese tipo se emplean como sustituto de la reflexión sobre materias de legitimación, se convierten en tristes coartadas que, en el mejor de los casos, solo sirven para intentar justificar lo injustificable".
A Vigo se sumó, el domingo, el director ejecutivo de la Fundación para el Progreso, Fernando Claro, también en El Mercurio.
"Velasco aseguró con vehemencia en una entrevista reciente que no existían otros principios más que los suyos —y los del mundo biempensante de la 'economía', por no decir la estadística— para analizar los impuestos, y estos nos enseñarían que solo deberíamos preocuparnos de la 'elasticidad-precio' y las 'externalidades negativas' de los bienes a gravar", señaló Claro.
Sostuvo también: "Llegó a decir: '¿Quién dijo que una cosa no puede tributar dos veces?'. Bueno, habría que decirle que mucha gente dice eso y muchos de ellos son grandes intelectuales que han llenado bibliotecas en todos los idiomas sobre leyes, economía y —para qué decir— filosofía, fundamentando políticas e ideas desde principios diferentes a los que defendió Velasco en esa entrevista. Y, por si acaso, son intelectuales liberales clásicos, a favor de los impuestos y a favor de políticas sociales".
"Está bien -indicó además- ser vehemente para defender ciertas políticas cuando se tienen claros los principios desde los cuales se argumenta, pero se ve, a lo menos, extraño defender de igual forma esos principios asegurando que simplemente no existen otros".
Desde la Asociación de Municipalidades Chilenas (Amuch), también contestaron. Fue Demetrio V. Benito O., asesor de la comisión de contribuciones, quien salió al paso de lo que dijo el exministro.
"El exministro Velasco sostiene que eximir de contribuciones a la primera vivienda es una estupidez y que la recaudación (1,4% del PIB) está bajo el promedio OCDE (1,7%). Sin embargo, economías como Alemania, Holanda e Irlanda recaudan al menos, Italia presenta una incidencia similar a la nuestra y exime la vivienda principal, mientras la próspera Estonia obtiene solo 0,2%, gravando únicamente el suelo (excepto el de la vivienda) y no las construcciones, lo que incentiva inversión y desalienta la especulación. En Inglaterra (donde reside el académico) la proporción sobre PIB bordea el 3%, pero más del 90% de los hogares tributa, frente al 23% en Chile", comenzó diciendo.
"A mediano plazo -agregó- será necesario modernizar la Ley de Impuesto Territorial; no obstante, en lo inmediato es viable financiar la exención ($450 mil millones, 13% de los hogares) sin afectar los fondos municipales mediante un mínimo exigible de eficiencia del gasto público: bastaría que uno de cada seis funcionarios gubernamentales contratados en los últimos cuatro años migrara al sector privado sin 'amarres'".
"Aferrarse a la comodidad recaudatoria del modelo actual no concede licencia para insultar ni denostar otras miradas igualmente sostenibles", concluyó.